La ministra «roja», Marina Castaño con muleta y Manuel Fraga hablando en inglés
GALICIA
Formalismos al margen, del acto de ayer en el Gaiás probablemente se recuerde durante meses la brillantez musical de Cristina Pato, el Coro Gaos y el barítono Borja Quiza, así como el abrigo elegido por la ministra Sinde para acudir a la cita, de un rojo imposible de no ver. También la parrafada que en inglés Manuel Fraga se marcó con Peter Eisenman, ausencias sonadas como la de la ex conselleira Ánxela Bugallo y presencias institucionalmente impecables, por ejemplo, la del gerente de la Ciudad de la Cultura durante el bipartito, Francisco Carracedo (BNG).
Tampoco pasó desapercibida la muleta con que la viuda de Cela, Marina Castaño, intentaba paliar cierta cojera, ni la sonrisa a caballo del orgullo y la satisfacción que el responsable político del proyecto, Roberto Varela, lucía a la conclusión de una ceremonia que lo satisfizo. Ni mucho menos la emoción de un Feijoo que bordeó la lágrima al hablar de la emigración.