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Una iglesia de Abadín se queda sin sus campanas por un robo

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

GALICIA

Las dos fueron tiradas desde el campanario y arrastradas a un vehículo

15 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La iglesia parroquial de As Goás, perteneciente al municipio chairego de Abadín, se ha quedado sin sus dos campanas. El robo, que previsiblemente ya se cometió a finales del mes pasado, no deja dudas de la razón que movía a los autores y de que el interés por la sustracción primó sobre el cuidado que pueden merecer unas campanas cuya antigüedad parece más que probada: una de ellas probablemente date del siglo XVIII.

Que los autores buscaban solo las campanas es algo que se aprecia al constatar que no se forzó la puerta de entrada del templo, en donde sí se cometieron pequeños hurtos en ocasiones anteriores. Para llegar al campanario hay que franquear una puerta lateral y subir por una escalera exterior que en días como el de ayer, con algo de llovizna, ofrece algún riesgo de resbalones. Ni siquiera hubo ese peligro en los días en los que debió de cometerse el robo, que coincidió con un período seco.

Una vez en el campanario, los autores debieron de separarlas de sus correspondientes soportes y las tiraron al atrio, en donde aún se observaban ayer huellas del impacto y del recorrido por el que fueron arrastradas hacia algún vehículo. Por el tamaño de las dos, cabe suponer que se empleó una furgoneta o una camioneta para transportarlas.

Las dos campanas tienen un tamaño y un peso muy diferentes: una puede estar en torno a 300 kilos, y la otra, alrededor de 60. El párroco, Restituto Prieto Verdes, estima en unos 5.000 euros el coste de ambas, aunque también asegura que el valor, teniendo en cuenta aspectos de tipo histórico y social, puede ser considerado «incalculable».

La iglesia está rodeada de árboles y al final de una pista que no tiene otra salida, lo que hace suponer también que los autores ya conocían la existencia de los objetos que iban a robar. En iglesias y capillas de la comarca de la Terra Chá no faltan los asaltos que suelen tener como botín alguna cantidad en metálico, aunque la sustracción de unas campanas resulta en estos momentos una novedad. El párroco, con cierta resignación, dice que, por otra parte, también se roba el hilo de cobre de algunas industrias.

En fiestas y funerales

Las campanas no se usan para anunciar las misas dominicales, que en esta parroquia se ofician dos veces al mes, y solo se tocan en las fiestas -en As Goás se celebra el Corpus- y en los funerales. Un vecino, Ricardo Rico, comentaba ayer que un párroco, hace bastantes décadas, quiso trasladar las campanas a la iglesia de la capital del municipio, aunque tuvo que renunciar por la oposición mostrada por los lugareños. Muchos años después, en cambio, han dejado la parroquia, y con rumbo desconocido.