Aunque la receta por principio activo es la principal novedad, el real decreto incluye otros cambios. Uno es que a partir de ahora el ministerio podrá limitar la dispensación de medicamentos que hacen las farmacias de los hospitales con aquellos fármacos que exigen una especial vigilancia y control.
Además, la norma le da a las comunidades un plazo de seis meses para que las tarjetas sanitarias sean válidas en todo el Sistema Nacional de Salud; mientras que el 1 de enero del 2013 la historia clínica digital y la receta electrónica serán accesibles en toda España. Finalmente, también se establecen medidas para garantizar la viabilidad de aquellas farmacias que juegan un importante papel en la población, como las de zonas rurales.
Acusaciones entre PP y PSdeG
El portavoz socialista de sanidad en el Parlamento, Modesto Pose, lamentó que el Gobierno gallego se haya dedicado a hacer política únicamente con el «cataloguiño», predicando por toda España la utilidad de esta medida «e hoxe esteamos no ridículo máis espantoso».
Pose acusó a Pilar Farjas de haber agotado toda su credibilidad y defendió la prescripción por principio activo, un modelo que los socialistas gallegos siempre reclamaron. Para el diputado del PSdeG, se trata de una medida mejor que el catálogo, porque «preserva os principios de cohesión estatal», y no rompe con la libre competencia. Pose urgió a la Xunta a que aplique de forma racional y lógica el real decreto, y solicitó la comparecencia de Farjas en el Parlamento para explicar la aplicación en Galicia del mismo.
Por su parte, el portavoz de sanidad del Grupo Parlamentario Popular, Miguel Santalices, animó al socialista a informarse mejor, ya que la prescripción por principio activo no puede aplicarse antes de que se publique el nuevo nomenclátor. Santalices acusó a Leire Pajín de descargar su rabia al hacer este real decreto.