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Vida y muerte de Noelia Prada

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

GALICIA

El padre de la joven hallada muerta en Ourense lamenta el desenlace

01 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La vida de Noelia Prada Rodríguez acabó en un descampado de Ourense, en la parte trasera de la estación de autobuses. Allí fueron hallados sus restos óseos el pasado domingo. La joven de O Barco tuvo una infancia feliz, según cuentan los que la conocían en aquella época. Muy unida a su hermana mayor, que le llevaba poco más de un año, su vida sufrió un cambio radical cuando esta última murió en 1997.

Su carácter se tornó rebelde y comenzó a tontear con las drogas, hasta acabar sufriendo una fuerte adición. Empezó entonces una serie de idas y venidas al hogar familiar. Primero se fue a Sobradelo, a apenas 8 kilómetros de O Barco; y después a varios sitios más hasta que acabó en Viveiro. Era frecuente que se fuera de casa, pero también era habitual que acabase volviendo.

Fue en el 2007 cuando desapareció. Tenía 27 años. Entonces había llegado a O Barco -su localidad natal y en la que todavía reside su familia- desde Viveiro (Lugo) para sacar el carné de conducir. Tras la prueba, dijo que se iba a Ourense a una cita médica antes de regresar al municipio lucense, adonde nunca llegó. Así lo aseguró el joven con el vivía en aquel momento, que fue el que dio la voz de alarma, ante lo cual su familia tramitó la denuncia por desaparición. La única pista que se tenía de ella la situaba en la estación de buses de Ourense, donde la había captado una cámara. En la ciudad se la buscó en numerosas ocasiones, y también en Madrid, donde la situó una pista que resultó ser falsa. Nada se supo de ella hasta que el pasado domingo un perro encontró sus restos en un solar en la parte trasera de la estación de tren de Ourense. Se confirmaban así los peores augurios de la familia de Noelia, desaparecida en el año 2007. «Más o menos, después de tanto tiempo, cuatro años, te lo esperabas», decía con voz entrecortada Alfonso Prada, padre de la joven. El mismo que también reconocía: «No tengo ganas de hablar... Es una situación un poco rara... Que después de tanto tiempo aparezca así...».

Siempre llamaba a casa

Noelia siempre llamaba a casa cuando se iba. Hasta el 2007. Se fue en autobús y nunca más nada se supo. Su madre, según apuntan fuentes de su entorno, también llamaba con frecuencia a la comisaría para saber si había alguna novedad, alguna pista sobre el paradero de su hija. Nunca hubo ninguna hasta que el lunes los agentes de la Policía Nacional se presentaron en su casa para pedirle una muestra de ADN que poder cotejar con los restos encontrados. Así se confirmó la identidad de la joven.