Los dos grupos de la oposición parlamentaria, el PSdeG y el BNG, coincidieron en describir ayer el trazo grueso del escenario económico en el que está inmersa Galicia, marcado por los continuos recortes en el gasto y la entrada en una nueva regresión.
Así, el nacionalista Carlos Aymerich advirtió de que la crisis de la deuda y la ortodoxia presupuestaria están dando lugar a «unha regresión no Estado do benestar» en términos ideológicos, de tal forma que, señaló, «privatízase o que é rentable e desmantélase o resto».
Consecuencias
En similares términos se expresó el socialista Abel Losada, quien previno contra los recortes sociales y las consecuencias del grave proceso de «desindustrialización» que, a su juicio, se está viviendo en Galicia. De igual modo, acusó a la Xunta de «almacenar» ahora a los pacientes hospitalarios en las salas de urgencias para «aforrar en comida» e evitar que suban a planta, algo que consideró «escandaloso» y por lo que exigió explicaciones.
Desde el PP, Pedro Puy se quejó de que la oposición remarque los aspectos negativos y no otros indicadores más favorables, como que la tasa de paro gallega sea cuatro puntos más baja que la de la media española o que los niveles de pobreza en Galicia estén también seis puntos por debajo de la media del Estado.