Baltar hijo reivindica su derecho a gobernar sin subordinaciones

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

El presidente provincial defendió su autonomía ante tres conselleiros

07 feb 2012 . Actualizado a las 10:39 h.

José Manuel Baltar Blanco es, desde ayer, presidente de la Diputación de Ourense. No hubo sorpresas y todos los diputados del PP respaldaron su investidura. En su primera intervención ya como máximo responsable de la institución provincial leyó un discurso en el que asumió el objetivo de mantener el «ideario» de su padre, el expresidente José Luis Baltar, y reivindicó su derecho a gobernar sin imposiciones externas. Ante tres conselleiros, Baltar hijo recordó que la Constitución «establece claramente que a provincia goza de autonomía para a xestión dos seus intereses». Las directrices del Estado o de la Xunta «non poden supor unha modalidade de control nin de colocar ás deputacións nunha posición de subordinación xerárquica ou cuasi xerárquica», sentenció. El nuevo presidente hizo un alegato en defensa de estas instituciones porque llegan a donde otras Administraciones «ás veces tardan en chegar ou nunca chegan». No obstante, se mostró dispuesto a su «rediseño» y reclamó una «terceira transición» para dotar de más financiación y competencias a las entidades locales.

Su intervención no huyó de las referencias a la crisis económica y a los recientes recortes que tuvo que aplicar su padre disolviendo entes paralelos y rebajando ayudas, pero esa reflexión le llevó a insistir en el papel de la institución: «A necesidade da Deputación visualízase máis nestas datas ao xurdiren lamentos cando, por circunstancias da crise económica actual, a Deputación vese obrigada a diminuír as súas aportacións».

Mantener el ideario del padre

En esta línea, Baltar Blanco prometió que su objetivo principal será contribuir a crear empleo y garantizó la prestación de servicios públicos para «os que máis o necesitan». Además, el nuevo presidente dijo que se dirigirá a los máximos responsables de otras Administraciones, así como a los colectivos sociales, para consensuar «medidas de choque». En esta línea, avanzó que uno de sus objetivos en su relación con los Gobiernos autónomo y central será «pedir e reivindicar sobre a base da razón e da argumentación». José Manuel Baltar dijo que mantendrá el «ideario» de su padre, especialmente en lo que respecta a la ourensanía, concepto muy utilizado por el expresidente y muy repetido ayer. «Defendín con total convicción nos últimos dez anos todo o que significase avance e proxección de Ourense, porque Ourense non se entende sen Galicia nin tampouco Galicia sen Ourense», dijo Baltar Blanco, que señaló a su padre como el mayor exponente de ese posicionamiento político: «Ninguén resistiría a comparación con José Luis Baltar se falamos de traballo, don de xentes, ourensanismo, galeguismo, defensa da nosa lingua [...] e da nosa cultura e de mil cousas máis». Su padre es, según aseguró, «un dos moi bos e moi xenerosos».

Y es que Baltar Blanco quiso dejar claro su galleguismo. Recordó a la Xeración Nós y remató su discurso con unos versos de Celso Emilio Ferreiro sobre Ourense. Antes había adaptado una cita del presidente norteamericano Abraham Lincoln en la que advirtió de que «non serán as circunstancias nin as influencias externas as que gobernarán os meus actos».