Mareos por la gran acumulación de público

La Voz

GALICIA

07 feb 2012 . Actualizado a las 10:41 h.

El salón de plenos del Pazo Provincial recibió abarrotado al nuevo presidente de la Diputación ourensana. Tal fue la afluencia de público, que el calor se hizo prácticamente insoportable. De hecho, el diputado autonómico Miguel Santalices, que es médico, tuvo que atender a cuatro personas que sufrieron mareos.

Entre ellas no estaba nadie de la amplia delegación del Gobierno autónomo que asistió a la investidura de José Manuel Baltar. Además de tres conselleiros -los de Presidencia, Medio Ambiente y Educación e Cultura-, siguieron el pleno la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo; el presidente de la Fegamp y alcalde de Ferrol, José Manuel Rey; el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; los presidentes de la Diputación de Pontevedra y de A Coruña, y un sinfín de autoridades del PP. Baltar Blanco aprovechó la presencia de todos ellos para agradecer la designación unánime del partido para el cargo así como el «apoio inequívoco» de la dirección autonómica de los populares.

Reacciones

Tras el pleno, uno de los primeros en abrazar al nuevo presidente fue su padre y predecesor en el cargo, que siguió la sesión desde la primera fila junto a su mujer, la de Baltar Blanco y su otro hijo, entre otros familiares. Después todos querían felicitar al máximo responsable de la institución provincial, que se puso a trabajar de inmediato. A las doce de la mañana convocó a sus diputados para empezar a diseñar las líneas maestras de su gestión y, a preguntas de los periodistas, señaló que aún debe conocer al detalle la situación de la entidad para anunciar medidas concretas.

Los representantes de los medios de comunicación también recogieron las opiniones de las diversas autoridades presentes en el acto, la mayor parte de ellas deseándole suerte al nuevo presidente. Por otro lado, el portavoz del PSOE en la Diputación, Ignacio Gómez, señaló que el discurso de Baltar fue una «emenda á totalidade» sobre la gestión de su padre, mientras que el del BNG, Xan Jardón, le pidió que busque el consenso en su gestión.