Galicia, y en concreto su conexión de alta velocidad con la Meseta, será una prioridad en el nuevo Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda que ayer anunció la ministra de Fomento, Ana Pastor, y que se comprometió a presentar en julio. Ese plan, con un horizonte de 12 años, hasta el 2024, incluirá una partida de 25.000 millones de euros de inversión en alta velocidad, de los que 8.517 se destinarán a la conexión central entre Madrid y Galicia. Esa es la cifra que la ministra estimó necesaria para concluir las obras y poner en marcha la alta velocidad a Galicia, que incluirá el acceso directo a Vigo.
En respuesta a las preguntas del portavoz del PSOE, Rafael Simancas, sobre la fecha prevista de conclusión del AVE gallego, Pastor se limitó a señalar que llegará «cuando se paguen los 8.500 millones pendientes», al tiempo que acusó al Gobierno saliente de haber «vendido humo» y haber dejado «las obras sin pagar». Recordó en todo caso que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, prometió que dimitiría si el AVE no llegaba en el 2012 «y todavía no se ha ido».
Pastor anunció además una inversión de 898 millones de euros en el eje atlántico, en la que se incluye la construcción de una nueva estación en Vigo. En lo que afecta a la línea Ourense-Lugo, la inversión prevista en la conocida variante de A Pobra de San Xiao es de 45 millones de euros. En total, serán 9.500 millones de euros.
Respecto a la red convencional de ferrocarril en Galicia, el compromiso de la ministra fue potenciarla aprovechando los servicios de proximidad y transporte de mercancías y crear una gerencia de cercanías de Galicia cuyo fin será «coordinar estas actuaciones».
El BNG pide plazos
El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, reclamó a la ministra que en un máximo de dos meses presente un plan de actuaciones sobre el AVE a Galicia que incluya un nuevo plazo de conclusión de las obras y sus previsiones presupuestarias.
Jorquera reprochó a Pastor que el Partido Popular y la Xunta dieran por bueno el plazo del 2015 previsto en el pacto del Obradoiro y ahora pongan en duda que se puedan finalizar las obras en el 2018, algo que consideró un intento de «ponerse la venda antes de la herida» y de dar cobertura a Mariano Rajoy para retrasar la fecha prevista de conclusión. La ministra Pastor eludió en su respuesta cualquier compromiso sobre los plazos.