La diputada autonómica Paula Prado, miembro también de la corporación municipal de Santiago, donde ejerce de portavoz del grupo del PP, podría acabar convirtiéndose en la alcaldesa de la capital gallega, en caso de que Gerardo Conde Roa presente su dimisión para poder defenderse ante la Justicia, escenario que mantiene abierto la dirección del partido, pues este fue el esquema aplicado a otros cargos institucionales involucrados en causas judiciales, como los diputados Javier Escribano o Pablo Cobián.
La hipotética renuncia del regidor compostelano deja a los populares con dos cartas en la mano para reemplazarlo. La primera pasa por Paula Prado, la número dos de la candidatura, y la otra pasa por Ángel Currás, primer teniente de alcalde y número tres de la lista electoral. Cualquiera de los dos concejales tendría el apoyo del PP y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, para convertirse en alcalde, si bien Paula Prado, que es miembro de la dirección del partido y tiene 17 años menos que Currás, parece tener más simpatías en la cúpula, habida cuenta de que su perfil fue manejado con anterioridad como posible candidata.
Quizás el único problema de Prado, en caso de que llegara a tener la entidad de problema, está relacionado con las dificultades que se le presentan al PP para sustituirla en la Cámara autónoma, pues el puesto de alcalde y diputado es incompatible. Los populares ya consumieron toda la lista electoral de la provincia de A Coruña, hasta el punto que la persona que cerraba la candidatura con el número 24, Gema Freire, fue la encargada de relevar en el escaño a Escribano.
Para sustituir a Paula Prado, al PP solo le queda tirar de suplentes. El primero de ellos, Juan José Dieste, queda descartado por ser alcalde de Boiro, y la siguiente por turno es la arzuana Leyre Aldasoro, que en su día tuvo un conflicto puntual con la dirección provincial del PP por su aspiración de ser candidata a la alcaldía, responsabilidad que finalmente recayó en Armando Cascón.
Aldasoro ejerce ahora como una militante de base más del PP e incluso participó en la presentación pública de la candidatura de Cascón. Ella misma niega que tenga algún problema con la dirección de su partido, lo que, a priori, no la inhabilitaría para, llegado el caso, sustituir como diputada a Paula Prado, pues el tercer suplente del PP, Gumersindo Galego, también estaría afectado por una incompatibilidad para el cargo por ser alcalde de Fene.
La única dificultad para mover todas las piezas y desencadenar la secuencia de relevos está en el propio Conde Roa, a quien la dirección del PP decidió amparar formalmente mientras se aplica con mano izquierda para gestionar de mutuo acuerdo su posible salida del Concello de Santiago. A lo que no parece dispuesto a llegar la dirección del PP es a una situación en la que se magnifique más de la cuenta el problema compostelano, con una cúpula reclamando formalmente la dimisión de Conde Roa y que el alcalde se niegue a entregar su acta, de la que es, en definitiva, el único propietario.