Los equipos antiterroristas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil tienen claro que los dos artefactos explosivos iban a ser utilizados de forma inmediata. Para esa sospecha se basan en que los artefactos estaban preparados para explosionar y en su conocimiento de anteriores acciones de la banda, cuyos activistas no guardan demasiado tiempo en su poder material explosivo con el fin de evitar riesgos. Según los investigadores, los miembros operativos de Resistencia Galega reciben el artefacto y lo colocan.
Las primeras investigaciones policiales apuntan a que habría un atentado inminente con los dos artefactos hallados en el parque de Castrelos. De hecho se sospecha que las dos bombas guardadas en la mochila podrían ser colocadas la misma noche del sábado en Vigo o en sus alrededores.