Libertad para la mujer detenida el lunes en Ferrol por su presunta relación con Resistencia Galega

Efe

GALICIA

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco interrogará mañana a Julio César Sayans Suárez, detenido también el pasado lunes

31 oct 2012 . Actualizado a las 20:40 h.

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco interrogará mañana a uno de los dos presuntos miembros del grupo terrorista Resistencia Galega detenidos el pasado lunes en Ferrol, ya que la otra arrestada quedó en libertad en sede policial, han informado fuentes jurídicas.

Ambos fueron detenidos por agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Brigada Local de Información de Ferrol de la Jefatura Superior de Galicia.

Velasco rechazó ayer el procedimiento de «habeas corpus» que los dos presentaron en su Juzgado, si bien finalmente sólo tomará declaración a Julio César Sayans Suárez, alias Xulio, mientras que Silvia María Casal Sabín quedó en libertad tras los interrogatorios policiales, han informado las mismas fuentes.

Según el Ministerio del Interior, los dos presuntos terroristas estarían vinculados al aparato de financiación de este grupo y sus arrestos, junto con los practicadas el pasado 16 de septiembre de otros cinco miembros, han supuesto un importante golpe a la estructura de Resistencia Galega.

El departamento que dirige Jorge Fernández Díaz informó además de que estas detenciones forman parte de la operación desarrollada el 30 de noviembre del 2011, en la que fueron arrestados seis miembros de Resistencia Galega y que culminó con la incautación de cuatro artefactos explosivos de gran potencia, además de abundante material informático.

Julio César Sayans Suárez desempeñaría en la actualidad uno de los papeles principales y de dirección en el aparato de financiación de Resistencia Galega, y era el encargado de realizar las recaudaciones comarcales de aprovisionamiento de fondos que con posterioridad serían derivados a los máximos responsables de la organización en la clandestinidad.

Dichos fondos servirían, a su vez, a la compra y abastecimiento de sustancias químicas con las que confeccionar nuevos artefactos explosivos.