La UPG se enfrenta a su mayor desafío

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El rumbo que tome el Bloque será, más que nunca, responsabilidad suya

02 nov 2012 . Actualizado a las 12:39 h.

Sin apenas oposición interna dentro del BNG, con las voces disidentes embarcadas en otros proyectos políticos tras la fractura, la Unión do Povo Galego (UPG), el partido mayoritario del Bloque, afronta ahora uno de sus mayores desafíos. El rumbo que tome el frente será, más que nunca, responsabilidad suya. La organización tiene ante sí la gestión de un proceso complejo, de múltiples aristas, y en el que empiezan a aparecer elementos novedosos. Por ejemplo, que una parte de la militancia independiente, pero próxima a sus tesis, puede demandar modificaciones sobre temas que hasta ahora eran tabú, como es el caso del modelo organizativo. Y en qué medida este permite o dificulta avanzar. Destacadas voces empiezan a poner en cuestión un frentismo que facilita la fragmentación. Y ponen como ejemplo Máis Galiza. Una corriente nacida dentro del BNG, pero que ahora está fuera. No parece que la UPG vaya a colocar ahora esto encima de la mesa. Básicamente, porque pondría en jaque su razón de ser como partido. Pero sí está llamado a ocupar un papel central del debate el modo en que el frente se relaciona con los movimientos sociales. Y si la estrategia seguida hasta ahora ha servido para retroalimentar un círculo que no añade simpatizantes sino que alimenta siempre a los mismos.

En el BNG empieza a cuestionarse también si su mensaje se percibe en la sociedad como una oferta amable o, de lo contrario, genera rechazo. Un problema más de forma que de fondo, máxime en un contexto de crisis donde las propuestas radicales y de combate -ahí está el caso de AGE- tienen el respaldo de una parte del electorado.

En el corto plazo se plantean, además, otros interrogantes. Por ejemplo, si la UPG y el BNG pueden permitirse ir a una asamblea extraordinaria de confrontación en caso de no llegar a acuerdos con Abrente, la corriente de Aymerich. O si al partido mayoritario y al frente le conviene presentar a la portavocía a uno de los suyos o buscar otro perfil, consensuado entre todos, que proyecte a la sociedad la intención de que las cosas están cambiando. Más complejo se presenta todavía el proceso de unificación del nacionalismo. Un objetivo que depende del BNG. Y de lo que decidan otros.

análisis el futuro del nacionalismo