Miguel Ángel Cadenas Sobreira recibió ayer la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort, la máxima distinción en el campo de la justicia para un magistrado
01 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Miguel Ángel Cadenas Sobreira, presidente del TSXG, recibió ayer la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort, la máxima distinción en el campo de la justicia para un magistrado con una carrera de 38 años, en la que recordó que vivió tanto el período pre y pos-Constitución, pero en el que todavía queda pendiente una «íntegra y definitiva modernización de la Justicia».
La distinción, impulsada inicialmente por los colegios de abogados y procuradores coruñeses, le sirvió para defender el carácter íntegro que debe acompañar a los integrantes de la judicatura, y en tono humilde agradeció el respaldo a su trayectoria tras serle colocada la distinción sobre su toga «de siempre; esa en la que todavía se puede leer 'Sastrería Barragán. Espoz y Mina, 7. 3 de abril de 1974'».
Mientras, el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Gonzalo Moliner; el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, y el presidente de la Sala de lo Social, José Outeriño Fuente, coincidieron en señalar su «fina ironía» a la hora de hacer un semblante del homenajeado, al que definieron como sencillo, asequible, prudente, sereno y de consejo certero. La única carga crítica en las intervenciones fue la del presidente del Consello Galego da Avogacía, Antonio Platas, que además de elogiar la trayectoria de Cadenas, indicó que la Justicia vive «un año de especial tensión» y quiso transmitir su «inquietud» por unas medidas que puntualizó que defienden a favor de la ciudadanía, «no por cuestiones corporativas». En el acto se encontraban, entre otros, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno, Samuel Juárez; el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo, y el alcalde coruñés, Carlos Negreira.