Admite que el control del déficit y el pago de la deuda son prioritarios
10 ene 2013 . Actualizado a las 11:31 h.Sin desprenderse ni por un momento del corsé de la austeridad y del cumplimiento de los objetivos de déficit público, la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, compareció ayer ante la Comisión parlamentaria de Economía para defender el proyecto de Presupostos de la Xunta para el presente ejercicio, que asciende a un montante de 8.479 millones de euros, 3.300 millones menos de lo que manejaba la Administración autonómica a principios del año 2009. Precisamente los grupos de la oposición evocaron diferentes fórmulas para elevar los ingresos y mitigar la política de recortes sociales, aunque Muñoz cerró la puerta a cualquier posibilidad de incrementar la presión fiscal al insistir en que la prestación de los servicios públicos esenciales ya está garantizada.
Las opciones de establecer nuevos impuestos que graven las rentas más altas, los depósitos bancarios o las grandes superficies comerciales, esgrimidas por los distintos grupos de la oposición para poder hacer políticas más expansivas, fueron rechazadas por la responsable de Facenda. De impuesto a la banca dijo que «non resolve o problema de ingresos que ten Galicia» y sobre los demás, arguyó genéricamente que las políticas de gasto expansivas sin que existan posibilidades de financiarlas es precisamente lo que generó la «recesión», dijo, y las elevadas cifras de paro.
Tanto Xosé Manuel Beiras (AGE) como Carlos Aymerich (BNG) cuestionaron abiertamente la «lóxica aberrante» de la consolidación fiscal, pues llamaron a utilizar los presupuestos para hacer políticas contracíclicas que contribuyan de manera más nítida al crecimiento. Por su parte, el socialista González Santín consideró contraproducente que la Xunta haga un «recorte brutal» en fondos como los de promoción del empleo, cuando Galicia, vaticinó, rebasará este año la cifra de los 300.000 desempleados.
Pese a las críticas, Elena Muñoz no se movió del discurso inicial, aunque sí se mostró «aberta ás suxerencias» de la oposición, pero cuando sean «realistas» y que no alejen a Galicia del cumplimiento de los objetivos de déficit público. Explicó que el control de las finanzas públicas es una prioridad. Deslizó que si la Xunta capta algún ingreso extraordinario se destinaría a la banca para amortizar una parte más elevada de la deuda y reforzar la «solvencia» de la comunidad. Se trata de unas cuentas, dijo, que son «veraces» y «axustadas á realidade», pero con «vocación incentivadora» de la actividad económica.
Las cuentas de Presidencia
Por otra parte, el secretario xeral de Presidencia, Valeriano Martínez García, indicó ayer que su departamento contará con un presupuesto de 265,4 millones de euros para el 2013 y aseguró que el gasto de personal se reduce en un 6,5% con respecto a que se registró en el año 2012.