La imagen de división interna que proyecta el PP en los concellos de Ames y Santiago es un asunto que preocupa a la dirección del partido y que ha empezado a abrirse hueco en el discurso de la oposición del Parlamento, que interpreta estas fricciones como la quiebra de lo que Carlos Aymerich llama la «pax feijoniana».
El diputado del BNG acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, de «consentir» todas estas situaciones de desgobierno, al igual que hizo el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, que acusó a Feijoo de mantenerse «impertérrito» ante la crisis abierta en la capital gallega, donde un alcalde imputado sucedió a otro que era «un delincuente fiscal». «E o que propón o PP é condenar o terrorismo», se quejó Beiras.
Abel Losada (PSdeG) cree que se mina la «paz dos cemiterios» que intentó construir Feijoo allá donde gobierna, y el portavoz popular, Pedro Puy, admitió que lo que ocurre en Ames y Santiago no casa con la idea de «traballar con unidade» que intenta transmitir el PP en las instituciones donde gobierna