Encara su asamblea con el giro soberanista y la relectura del frentismo, y con Aymerich y los suyos como voz crítica
17 feb 2013 . Actualizado a las 10:18 h.El BNG inició ayer el camino que lo conducirá a una asamblea determinante para su futuro político más inmediato. Un año después de la fractura de Amio, el frente busca su espacio. Y eso pasa por el giro soberanista, la reformulación del frentismo para dar más peso a las bases y un nuevo modo de relacionarse con la sociedad para recabar el apoyo social perdido. Esa es, a grandes rasgos, la hoja de ruta que consta en el documento político debatido ayer en el consello nacional y que ahora pasará a la consideración de las comarcas.
Un texto avalado por la UPG, el partido mayoritario, pero confeccionado con las aportaciones de independientes. Y que no cuenta con el respaldo de Abrente, la corriente liderada por Carlos Aymerich, que considera que con esta estrategia se pierde una oportunidad histórica para acometer una auténtica refundación del Bloque.
Con Máis Galiza fuera del Bloque, Aymerich y los suyos han perdido mucha fuerza interna como para librar un pulso con garantías de éxito, pero si su línea crítica se endurece y plantean una alternativa programática abocarían al BNG a celebrar la asamblea en el escenario menos deseado. Ese es, a día de hoy, unos de los principales temores de la UPG, el resto de los colectivos y muchos independientes, que creen que no puede desaprovecharse la oportunidad de presentar a la sociedad un Bloque, por vez primera, auténticamente unido. Los próximos días serán también determinantes para despejar la gran incógnita de esta asamblea: quién sucederá a Guillerme Vázquez en la portavocía nacional. Un relevo que, de momento, parece quedar acotado a tres nombres: Carme Adán, diputada; Francisco Jorquera, portavoz parlamentario, y Xavier Vence, catedrático de Economía, que ha jugado un papel central en la elaboración de la propuesta política y organizativa.
Guillerme Vázquez, que hizo ayer su penúltima comparecencia como portavoz nacional del BNG, quiso recordar que el documento ahora a debate es fruto de las aportaciones en un proceso dinámico, abierto a propuestas de la ciudadanía.