«Aprovechando un descuido me abalancé sobre la pistola, le hice una proyección al suelo, caímos los dos y lo inmovilicé 15 minutos», explica el guardia
08 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un guardia civil destinado en Verín, Alejandro Páez Montesinos, de 38 años, se encontraba de día libre el pasado sábado, día 2, en la ciudad extremeña de Mérida. Había viajado como miembro de la banda de gaitas As Portelas, de Lubián (Zamora). Después de cenar en el hotel Romero y mientras se encontraban de sobremesa, vio entrar a alguien en el recinto. «Era una persona corpulenta, tapada con un pasamontañas negro, con un arma y llevaba como rehén al recepcionista del hotel», explica el agente.
Según relata, el asaltante les dio a todos la orden de poner las manos en alto mientras accedía a la caja registradora. Tras coger el dinero, pidió a los presentes que les entregaran todas sus pertenencias de valor, cuenta Alejandro Páez. «Mientras él estaba en la barra cogiendo el dinero, yo me fui moviendo poco a poco. Aprovechando un descuido suyo en el que me dio la espalda, me abalancé sobre la pistola, le hice una proyección al suelo, caímos los dos y lo inmovilicé durante quince minutos», explica el guardia, que ha sido instructor de defensa personal, pero nunca se había encontrado una situación real como esta en sus veinte años de servicio.
Mientras tenía reducido al asaltante y le preguntaba de dónde era, llamaron al 062. Llegaron cinco patrullas. Después se supo que este delincuente detenido por el guardia civil de paisano formaba parte de un peligroso grupo delictivo al que se le atribuyen al menos siete robos con violencia en Badajoz.
De vuelta ya en Verín, el guardia civil ha recibido felicitaciones de los mandos de Ourense y de Mérida. Pese a no estar de servicio, no dudó en actuar: «Nosotros estamos de servicio las 24 horas, aunque no llevemos uniforme», dice.