
Laíño, cuyo interrogatorio concluyó de madrugada, ha quedado en libertad con la obligación de comparecer cada 15 días
06 abr 2013 . Actualizado a las 14:12 h.Antes de que Henry Laíño, el exjefe gallego de Aquagest, llegase ayer esposado para declarar en Lugo, en los pasillos de los juzgados circulaba la teoría de que o cantaba o podría acabar en la cárcel como le sucedió a otros detenidos en el marco de la operación Pokémon. Y parece que el detenido, que pasó los últimos tiempos en Colombia, optó por contarle a la magistrada Pilar de Lara muchos detalles de las operaciones que hacía en algunos concellos, especialmente en los de Santiago y Ourense, para conseguir obras relacionadas con los servicios de aguas. La declaración de Laíño finalizó de madrugada. Quedó en libertad con la obligación de comparecer cada quince días, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Este hombre, de peso en Aquagest, está considerado como una pieza clave en el entramado que investiga la jueza lucense. Es, con el responsable de la empresa Véndex y el expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, uno de los personajes que centra la atención de los investigadores.
Laíño fue conducido en la jornada de ayer desde Madrid después de haber sido detenido en el aeropuerto de Barajas nada más bajar de un avión procedente de Bogotá, según indicaron diversas fuentes. Ayer, agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera, que llevan la investigación, lo presentaron a la jueza pasadas las cinco de la tarde. El detenido entró en los calabozos totalmente cubierto para que no se le reconociera.