12 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.
El resultado de la autopsia que se le practicó al cadáver pone en duda la versión inicial de que había sido un hacha o un machete lo que había acabado con la vida de Miguel Ángel Paz Fernández, de 35 años. Recibió dos contusiones en la cabeza con aplastamiento de cráneo provocado por un objeto contundente que, en principio, no tenía filo. También se confirma que tras el asesinato el cuerpo fue arrastrado unos veinte metros hasta dejarlo tirado en la cuneta. Tras la autopsia, el cuerpo fue llevado al tanatorio de Cambados, y en la tarde de ayer recibió sepultura en el cementerio de A Illa, de donde era natural la víctima y donde vivía hasta que hace dos meses se trasladó con su pareja a Vilanova.