El piloto que desvió un vuelo Madrid-Coruña para ver la muralla de Lugo es el más divertido de Iberia

maría vidal / pablo portabales A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El comandante Ángel Aznárez es famoso por sus rutas turísticas de altura

05 jun 2013 . Actualizado a las 14:17 h.

Al comandante Ángel Aznárez no le gustan los atajos. El pasado lunes pidió permiso para desviar la ruta y que los pasajeros del vuelo IB 0512 pudieran observar la muralla de Lugo. Pero no era la primera vez. En abril del 2012 un trayecto entre Madrid y Roma dejó huella entre un grupo de alumnos gallegos. De hecho, el buen recuerdo que se llevaron del piloto «terminó de reconciliarnos» con la compañía después de una serie de desavenencias, dicen.

En un blog, los chavales cuentan cómo el comandante los sorprendió con sus «amenísimos, divertidos e interesantes» apuntes histórico-artísticos sobre los lugares que sobrevolaban. «Cuenca y su magnífica catedral gótico-normanda, Sagunto y el intrépido Aníbal, Valencia y sus múltiples bellezas, las Baleares hasta con su puntito de papel couché, Córcega y Cerdeña, con la inevitable referencia al pequeño corso, el lago Como y la boda de Tom Cruise, y por supuesto, Roma, de la que nos pronosticó que, pese a que por la mañana el tiempo había estado un poco tontorrón, por la tarde sería ma-ra-vi-llo-so, como así sucedió», relatan los viajeros. Y todo esto en castellano, inglés e italiano para poder ser entendido por un pasaje «absolutamente entregado» a sus excelentes comentarios, lo que hizo que el pasaje aterrizara en el aeropuerto Leonardo da Vinci «con una amplia sonrisa».

Una sensación similar a la de los pasajeros que aterrizaron el pasado lunes en A Coruña procedentes de Madrid. «Es de agradecer el buen rato que nos hizo pasar». Quien lo dice es Luis Fraga. El periodista gallego viajaba en el avión que de camino a A Coruña pasó por Lugo. «Si vuelas con alguna compañía de bajo coste te puedes esperar que haya un comercial intentando venderte cualquier cosa, pero era un vuelo de Iberia, la gente venía dormida, y el comandante tendría unos 50 años, vamos que no era un chaval que estuviera empezando, y ya desde el primer momento nos empezó a saludar en inglés y cantando», recuerda Luis. La situación, poco frecuente cuando menos, desperezó a los pasajeros, que se miraron entre ellos y comentaron «¡Qué personaje llevamos!». Según explicó ayer Luis Fraga en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, desde el principio fue un vuelo muy ilustrativo. «Nos iba señalando las ciudades que sobrevolábamos, Segovia, Zamora, o aquí murió Fernando el Católico, y después comenzó a cantar una segunda canción».

Una estrella del pop

Cuando llegaron a Galicia llevaba unos minutos callado y rompió el silencio para anunciarles que había pedido permiso para desviar la ruta para poder ver las murallas de Lugo. «Yo estaba dormido, pero dije: a mí esto no me cuadra bien, el estar sobre Lugo en este momento, y efectivamente estábamos», dice el gallego, que se sorprendió porque nadie se enfadó con el gesto, sino que todo el pasaje se lo agradeció. «A la salida estaba fuera de la cabina y todo el mundo lo iba saludando como si fuera una estrella del pop». Los pasajeros de ambos vuelos también guardan muy buen recuerdo de las azafatas.