
Vecinos de un inmueble de Lugo adoptan medidas para que no confundan su edificio con otro donde, dicen, hay encuentros sexuales
20 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Vecinos de un inmueble de la calle Armando Durán, muy cerca de los juzgados de Lugo, dicen estar hartos de que confundan su edificio con el que, supuestamente, está dedicado a casa de citas. La situación los llevó a adoptar diversas medidas para hacer frente a la confusión, que parece ser muy frecuente. Desde hace ya varios años es muy conocida (incluso llegó a publicitarse en algunos medios) la existencia de un inmueble en dicha calle donde presuntamente funciona una casa de citas. En tiempos se anunció como Casa de Muñecas.
Al parecer, según las referencias de que disponen vecinos de edificios contiguos, el inmueble de tres pisos tiene varios ambientes, dependiendo de los gustos de los clientes. La gran afluencia de personas parece ser el motivo de que las instalaciones tuvieran que ser ampliadas.
Un vecino explicó que el movimiento de clientes, especialmente las noches de los fines de semana, es frecuente y que, en muchas ocasiones se confunden de portal y llaman a los timbres de los edificios contiguos a altas horas de la madrugada. Por esta razón, los vecinos de una de las casas colindantes se han visto en la necesidad de colocar, hace ya algún tiempo, un cartel que aún mantienen. En él dejan claro que su inmueble es estrictamente familiar, que no es ninguna casa de citas y que se abstengan de molestar.
En la zona hay opiniones para todos los gustos. Algunos residentes aseguran no enterarse de lo que sucede y otros, sin embargo, dicen que incluso en ocasiones han aparecido daños en los edificios. «En el portal de al lado, donde presuntamente está la casa de citas, notamos una mañana como si durante la noche alguien tratara de plantar fuego en una parte de la puerta de madera», apuntó un vecino que pidió no ser identificado.
Los afectados expresan que las llamadas a sus portales llegan a ser relativamente frecuentes a partir de los jueves. A veces son de madrugada, con lo que ven perturbado su descanso.
No faltó quien se plantease dar cuenta de la situación a los cuerpos y fuerzas de seguridad para que, de vez en cuando, se pasasen por el lugar y lograran evitar algunos alborotos que en ocasiones, dicen algunos residentes, también se llegaron a producir. Sin embargo, la única medida visible es la del cartel de aviso.