Las últimas iniciativas públicas que desveló Rosalía Mera dieron cuenta, precisamente, de la diversificación del negocio en el que estaba embarcada. Por un lado, una apuesta firme por los pequeños emprendedores, principalmente gallegos, a través de la Fundación Paideia. Por otro, desembolsos en hoteles de lujo como Bulgari de Londres, abierto hace justo un año cerca de los célebres almacenes Harrod?s, y que se convirtió en una de las últimas enseñas de su patrimonio.
Lo de los hoteles no ha sido una casualidad. Mera era -lo seguirá siendo Rosp Corunna, es decir, su hija- accionista de referencia, la tercera, en Room Mate. Es la célebre cadena de hoteles de diseño que preside Kike Sarasola (principal accionista), con centros propiedad de la empresaria en Barcelona, Nueva York y Miami. Tiene también establecimientos en Nueva York y California.
Su decidida apuesta por la diversificación del negocio -bajo el asesoramiento de José Leyte- le dio muchas alegrías a Mera, pero también algún susto gordo. El mayor, Bernard Madoff, el estafador más célebre de la crisis: el nombre de Rosp Corunna aparecía en una amplia lista, de más de 13.500 personas, afectadas por el timo piramidal del bróker neoyorquino.
Su influencia en Inditex y Zeltia es innegable. Lo que pueda pasar con la cotización en bolsa de ambas empresas tras la muerte de una accionista de referencia es una incógnita. Ayer, cuando ya se sabía que su estado era extremadamente delicado, los títulos de la textil apenas se movieron. Los de Zeltia, en cambio (donde su peso, proporcionalmente, es mayor), cayeron más de un 3 %.
Manejarse «en lo malo»
«Al mirar hacia atrás -decía en la misma entrevista con la que arranca este reportaje- veo que he hecho una trayectoria coherente y he aprovechado todas las oportunidades que se me han presentado. En mi vida hay de todo, pero incluso en lo malo que me ha ocurrido he sabido manejarme bastante bien y he tratado de darle la vuelta para convertirlo en positivo».