
Los delegados de personal del ADIF en Lugo quieren que el administrador ferroviario tome medidas para reducir los riesgos en el lugar
04 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los delegados de personal del ADIF en Lugo quieren que el administrador ferroviario tome medidas para reducir riesgos en el túnel de Oural. La petición fue aprobada a finales del mes pasado. Casualmente, solo unos días después un Alvia detuvo su marcha en el túnel, por precaución ante la humareda acumulada en su interior.
Este incidente ocurrió el 24 de septiembre y el tren era el Alvia que cubría la línea Madrid-Ferrol por Lugo. Había salido a las siete menos veinticinco de la tarde de la estación de Monforte y un cuarto de hora después estaba en el comienzo de la cuesta que lleva hasta Oural, ya en el municipio de Sarria. La vía salva ese desnivel con un túnel de unos dos kilómetros de longitud, construido hace más de cien años, cuando se abrió la línea férrea entre Monforte y Lugo.
El maquinista decidió frenar al ver que salía humo por la entrada del túnel. A pesar de su longitud, es posible ver el otro lado desde los dos extremos porque fue excavado con un trazado prácticamente recto. Pero la concentración de gases era tal que en aquel momento no se alcanzaba a ver la salida.
Según las fuentes consultadas, el conductor avisó inmediatamente al puesto de mando de Ourense. Tras describir la situación, recibió autorización para volver a Monforte, por lo que se pasó a la máquina del lado opuesto del convoy y reinició la marcha en sentido contrario. Una vez de vuelta en esa estación, unos pasajeros siguieron viaje en tren vía Ourense, otros fueron transbordados en autobús y uno discapacitado en taxi.
Un operario del ADIF destinado en una estación cercana se acercó poco después al túnel para comprobar si había obstáculos o algún incendio en su interior. Para entonces, el humo ya se había disipado y la visibilidad era perfecta.
Lo que había sucedido es que antes del Alvia había pasado por allí un mercancías con 1.900 toneladas de cemento que circulaba hacia la estación de A Coruña. Para mover semejante peso por una cuesta tan larga y pronunciada es preciso poner dos máquinas, que en ese tramo operan a toda potencia. Se trata de locomotoras diésel, porque esa línea no está electrificada, y su funcionamiento genera gases que se acumulan en el túnel.
Hace unos meses, otro tren de mercancías tuvo que dar marcha atrás también en este túnel porque los gases de la primera máquina bloquearon el motor de la segunda. Solo con una no podía seguir subiendo.
El túnel de Oural no tiene sistemas de ventilación ni salidas de emergencia y es tan estrecho que apenas queda espacio entre los trenes y las paredes.