La filial pide más tiempo para financiarse
15 oct 2013 . Actualizado a las 14:09 h.El controvertido proyecto para explotar oro en la comarca de Bergantiños vuelve a encontrarse con la oposición del Gobierno gallego, como ya ocurriera el pasado mes de julio, aunque esta vez parece que de forma mucho más firme. Industria comunicó ayer verbalmente a Mineira de Corcoesto, la filial del grupo canadiense Edgewater, que está ultimando una resolución administrativa por la que cancelará definitivamente el proyecto de la mina.
Las razones esgrimidas por la Administración autonómica son la falta de solvencia técnica y, sobre todo, financiera. Esto significa que la empresa no habría reunido el 25 % de fondos propios sobre la inversión del proyecto -unos 110 millones de euros-, una cantidad cercana a los 27 millones. Esa era la cifra que exigió el pasado mes de julio el departamento que dirige Francisco Conde. Una decisión que frenó en seco el proyecto y que suponía multiplicar por sesenta los requerimientos para aportar fondos propios. Mineira de Corcoesto estaba en contacto con inversores privados, pero el cambio de las reglas de juego financiero el pasado verano, con el mes de agosto de por medio, ha podido influir en el incumplimiento de plazos que ahora esgrime la Administración como argumento para cancelar el trámite de la mina. Una resolución que es recurrible, pero que devuelve la iniciativa tantos pasos atrás que, ahora mismo, hace muy poco probable que el yacimiento cabanés se haga realidad. No es la primera vez que sucede algo similar a lo de Corcoesto. El pasado 12 de junio la Xunta también vetó la mina de feldespatos de Xinzo de Limia.
División social
Según ha podido saber este diario, la resolución que la Xunta ultima para cancelar el proyecto tumbaría las dos tramitaciones ahora en marcha sobre Corcoesto: la ordinaria sobre impacto ambiental y una segunda por la que se declaraba la iniciativa industrial de interés estratégico, al tratarse de un proyecto con una inversión prevista superior a los 50 millones de euros. El proyecto ha suscitado una profunda división social, con convencidos opositores y firmes defensores. Mineira de Corcoesto había fichado recientemente como responsable a uno de los ingenieros más reputados, Francisco Aréchaga, que fuera muchos años director de la mina que explotó Endesa en As Pontes, una zona regenerada ahora con un lago y que la eléctrica abandera como ejemplo de compromiso ambiental.
La inversión de la filial canadiense en Corcoesto suponía crear 271 empleos directos en un contexto de crisis y falta de trabajo, lo que ha animado a muchos ciudadanos a defender la inversión. Sin embargo, el Gobierno gallego cree que se han incumplido los plazos para ajustar las condiciones financieras y técnicas a un proyecto que entraña sus riesgos económicos.
La filial pide más tiempo para financiarse
Mineira de Corcoesto, por su parte, ha asegurado esta misma mañana que mantiene su intención de desarrollar su proyecto en la comarca de Bergantiños. La filial del grupo canadiense Edgewater advierte que tiene en sus manos una declaración de impacto ambiental positiva, emitida por la Xunta, y aunque no ha ha recibido una notificación oficial si tiene constancia verbal de la intención de Industria de cancelar administrativamente el proyectyo. La filial ha asegurado que está ultimando diversas propuestas de inversores que pretenden sumarse al desarrollo y ejecución de la explotación minera, un proceso que, según Mineira de Corcoesto, culminará esta misma semana. La empresa asegura que, hasta ahora, ya ha invertido 20 millones en estudios y proyectos que han dado empleo a más de 100 personas y advierte que Europa cuenta ya con la legislación técnico ambiental más estricta de Europa. «La compañía necesita un poco más de tiempo para culminar la financiación de un proyecto sólido y solvente, que creará 271 empleos directos con una inversión superior a los 110 millones de euros, por lo que podría merecer la consideración de proyecto industrial estratégico».