El fiscal pide 27 años para el cabecilla de la Carioca por violar a su esposa y pegarle

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Le imputa seis delitos, entre ellos el de detención ilegal, y reclama que quede inhabilitado para tener a su hija

05 nov 2013 . Actualizado a las 10:14 h.

El principal cabecilla de la operación Carioca, José Manuel García Adán, responsable del club Queen's (sede de la trama que descabezó la jueza lucense Pilar de Lara), se enfrenta a 27 años de cárcel por la supuesta agresión sexual continuada a su esposa y también por los malos tratos a la que supuestamente la sometió durante años. Quienes conocen a la víctima aseguran que esta quedó totalmente destrozada y traumatizada por la presunta acción de Adán y lo único que consiguió fue «salvar» a su hija menor porque la Justicia le dio la custodia de la misma y se la negó a su padre. García Adán manifestó en algunas ocasiones que lucharía por poder tener a la niña.

La acusación pública atribuye a este presunto proxeneta, que supuestamente consiguió captar para su causa a un buen número de funcionarios de policía y también a un guardia civil de Lugo, un total de seis delitos: dos, de malos tratos, y los demás, de violencia habitual, detención ilegal y continuado de agresión sexual. Solo por este último, el acusador público considera que debe ser condenado a 15 años de prisión.

Los hechos nada tienen que ver con la operación Carioca. Esta todavía se encuentra en fase de investigación y aún quedan bastantes meses para que el fiscal califique los hechos y formule acusación contra el presunto proxeneta.

García Adán y su esposa se casaron el 4 de marzo del 2002. Los investigadores que trabajaron en la Carioca consiguieron testimonios de personas que aseguran que en la celebración participaron agentes de la autoridad de Lugo. La pareja duró menos de seis años. En octubre del 2008 ya tenía oficialmente el divorcio. Fruto de la relación nació una niña en agosto del 2003.

Los últimos años de matrimonio fueron para la esposa un calvario, ya que, supuestamente, fue objeto de maltratos constantes, con agresiones y otro tipo de hechos violentos. Pasó muchos días encerrada en una de las habitaciones del Queen?s sin salir, de acuerdo con las declaraciones de algunos testigos. Entre tanto, la pequeña se fue criando en el burdel. Numerosas empleadas del club de alterne de O Ceao comentaron cómo la pequeña se movía libremente por los pasillos del establecimiento mientras ellas subían con los clientes a las habitaciones. En muchas ocasiones, cuando las mujeres del club tardaban en bajar a la zona de bar para alternar con los clientes, la niña las buscaba por los pasillos y les decía: «P..., ¡A trabajar!».

La madre, aterrorizada por los malos tratos a los que supuestamente era sometida, optó por la bebida. Cuentan algunas testigos cómo en una ocasión llegó a quedarse dormida sobre un congelador en el club Queen?s. Adán, que la descubrió, supuestamente le propinó diversos golpes en la cara y en el cuerpo.

El fiscal recuerda que el acusado sometió a su esposa, que después acabó marchándose de Lugo con su hija y recorrió varias ciudades, a un permanente ambiente regido por la dominación y el terror con constantes hechos violentos que prácticamente se producían a diario. Las trabajadoras del Queen's por aquella época veían a la mujer destrozada por la situación y, además, con claros síntomas de haber recibido palizas.

En su momento, José Manuel García Adán llegó a ser encarcelado por los hechos. Cuando salió en libertad le prohibieron que se acercara a la que ahora ya es su exesposa a menos de 500 metros de distancia.