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La autopsia revela que el joven de Celeiro que falleció en Lugo tras ser reducido no tenía golpes

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

A MARIÑA

La causa oficial de la muerte es el paro cardíaco, según los primeros datos del examen forense realizados al cadáver

13 nov 2013 . Actualizado a las 17:30 h.

Los primeros datos de la autopsia efectuada a Miguel V. L, de 33 años, que murió en Lugo el lunes después de ser reducido a la fuerza por ocho policías nacionales cuando supuestamente estaba sufriendo un rebrote de su enfermedad mental, revelan que en el cuerpo del hombre no había signos de violencia. Esta circunstancia, sin embargo, no zanja la controversia que ha suscitado la actuación policial y los efectos que pudo tener en el estado del paciente.

Al mismo tiempo que trascendió ese detalle también se conoció que este hombre, vecino de Celeiro, que provocó la intervención policial porque se abalanzó sobre un empleado de la delegación lucense de la Consellería do Medio Rural, llegó al hospital en parada cardíaca. El personal sanitario trató de reanimarlo durante una hora, pero los esfuerzos resultaron vanos. Parecen pues decisivos los hechos ocurridos a las ocho de la mañana del lunes ante la sede luguesa de la Xunta.

La causa oficial del fallecimiento es el paro cardíaco. Descartado que el cadáver no presentaba golpes, los forenses tratan de determinar otras cuestiones como, por ejemplo, si había ingerido alcohol, drogas o cualquier tipo de sustancia que hubiera podido provocarle un shock. El hombre ingresó en el hospital con 41 grados de fiebre.

El grave suceso motivó el pronunciamiento ayer del delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez. Este, a diferencia de lo que horas antes habían puesto de manifiesto fuentes oficiales en Lugo, aseguró que se había abierto una investigación «porque hai que esclarecer os feitos totalmente». Recordó que el hombre, que sufría problemas mentales, estaba muy nervioso y alterado.

Juárez destacó que la policía utilizó «os sistemas normais para reducilo, sen maior uso da forza». Tras un desayuno informativo con miembros del Colexio de Xornalistas de Galicia, Juárez dijo que los policías sentaron al hombre en un coche patrulla, pero que se levantó y que intentó lanzarse a los vehículos que transitaban en ese momento por la ronda de la muralla. «Volvérono a suxeitar e esperaron a ambulancia», añadió. Cuando hizo esas declaraciones, a primera hora de la mañana, el delegado aseguró que no creía que la muerte tuviese relación con la actuación de los policías.

Algunas fotos reflejan cómo el hombre aparece en el suelo, boca abajo y aparentemente esposado. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio de la Xunta pueden ser vitales para saber con mayor exactitud qué ocurrió. Mientras algunas personas ven excesivo el despliegue policial para una persona con problemas psiquiátricos, fuentes policiales aseguraron que se dieron casos de personas con un brote esquizofrénico que precisaron hasta diez agentes para ser reducidas. El juzgado de guardia investiga el hecho.