Caso Asunta: «Estate tranquila y no digas nada inconveniente porque nos están grabando», le decía Basterra a Rosario en el calabozo

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

La conversación tras la detención muestra una Rosario Porto rota y desorientada mientras su ex marido aparece sereno y con un gran control de la situación

05 dic 2013 . Actualizado a las 01:02 h.

Tras la detención de Rosario Porto y Alfonso Basterra por la muerte de Asunta, la pareja coincide en los calabozos de la Guardia Civil en Lonzas, en A Coruña. El juez Taín ordena grabar las conversaciones entre ellos, para ver si pueden arrojar luz sobre el crimen, según ha publicado hoy La Razón. En el transcurso de esas conversaciones, Rosario Porto aparece como una mujer rota y desorientada, mientras Alfonso Basterra se muestra mucho más sereno y con un mayor dominio de la situación. A la vez se muestra cariñoso con ella, al dirigirse a Rosario con apelativos como «guapa, nena, lentejita».

El diálogo grabado por los investigadores los días 25 y 26 de septiembre, tres y cuatro días después de que el cuerpo de Asunta fuese hallada en una pista forestal del Teo, transcurre de la siguiente manera.

La grabación del día 25

Rosario Porto. ¿Alfonso?

Alfonso Basterra. ¿Sí?

R.P. No me oyen (...).

A.B. Tranquila, todo va a salir bien.

R.P. Ya.

A.B. Sé fuerte.

R.P. Ya.

A.B. Somos inocentes, no hemos hecho nada. Tranquila.

R.P. Ya.

A.B. ¿De acuerdo?, ¿de acuerdo?, ¿de acuerdo? (...)

R.P. ¿Quién puede estar haciéndonos esto?

A.B. No lo sé, nena. Por eso mismo hay que tener mucha calma, estar tranquilos. No te preocupes de nada, todo va a salir bien, ¿de acuerdo?

R.P. ¿De acuerdo?

A.B. Yo te quiero y tú me quieres (...). Iremos para casa, no te preocupes.

R.P. ¿No te dio tiempo a eso, verdad? (...).

A.B. No, sé fuerte, estate tranquila y todo va a salir bien, ¿de acuerdo?

R.P. De acuerdo.

A.B. Pues eso es lo más importante, mantén la calma.

La grabación del día 26.

A.B. Aprovecha para dormir un poco, nena (...).

R.P. No soy capaz de sentarme, me ahogo.

A.B. Entonces, siéntate como yo, con la espalda pegada a la pared y sentada sobre el colchón.

R.P. ¿Quién nos puede, quién me puede querer hacer daño, Alfonso?

A.B. Pues no lo sé, mi vida. No sé quien nos quiere hacer esta faena tan gorda, pero tarde o temprano caerá. (...)

R.P. Pero, ¿por qué nos tienen aquí? Tienen que tener un montón de indicios, ¿sabes lo que te digo?

A.B. Pues sí, pero... Son medidas que tiene que adoptar y tiene que ser así, tenemos que aguantarlo y punto. Y mañana, igual salimos en libertad provisional o alguna cosa así.

R.P. Pero luego va a haber juicio, Alfonso.(...)

A.B. Bueno, que tenga que haber... Pero si encuentran culpable, no. Y lo encontrarán, calma, lo encontrarán. Entonces no habrá juicio, habrá para él, no para nosotros.

R.P.Vale.

A.B. Irá a la cárcel toda su vida, tú tranquila mi vida, tú estate muy tranquila. Y no digas nada inconveniente porque sabes que nos están grabando (...).

R.P. Tu imaginación calenturienta nos va a generar muchos problemas (...). Porque un día quería hacerte entrar en razón, ¿sabes?

A.B. Ya lo sé, vida mía.

R.P. Y que te dieras cuenta del daño que me has hecho con tus palabras.

A.B. Ya lo sé, no pasa nada, olvídate de eso ya. No pasa nada, dejemos trabajar a esta gente y cogerán al culpable. Cuando menos te lo esperes, van a decir que tienen un sospechoso (...).

R.P. Yo, por lo menos, soy la primera interesada en saber qué le ha pasado a Asunta.

A.B. Ni más ni menos. Por eso, estate tú tranquila, no tienes nada que ocultar, ni yo tampoco. Darán con el culpable, a ver si dan cuanto antes.

R.P. Bueno, no puedo vivir sin ella.

A.B. Ya está, lentejita.

R.P. Me puse bien por ella Alfonso.

A.B. Ya lo sé... calma, calma, calma.

R.P. (no se entiende el contenido la grabación) y pensaba que podía (...). Ver a una madre tan tirada, tan rota, pero es que yo no podía con tantas cosas.

A.B. Hay que tirar para adelante, todo se va a solucionar (...).

R.P. ¿Cuándo te enteraste de que me habían llevado?

A.B. El mismo día, después.

R.P. ¿Pero fueron a hablar contigo?

A.B. No, me llamaron por teléfono, creo, sí. Bueno, dejémoslo. No te preocupes. Calma.

R.P. Y la gente, ¿qué decía?

A.B. Nada, no, estaba con mis..., con nuestros amigos. Nada, que era una equivocación y así va a ser (...).

R.P. Yo espero que no se estén equivocando, yo quiero pensar que estando aquí dentro la persona que lo hizo se confíe y la pillen.

A.B. Claro, es que así va a ser, así va a ocurrir, tú tranquila mi vida, tú tranquila nena. Darán con él, esta gente es muy buena en lo suyo. Tenemos la imagen, el topicazo, pero.... La leche, ¡cómo trabajan!

R.P. Muy bien.

A.B. Son muy serios y muy profesionales, así que confía en ellos. Aunque tú y yo no lo sepamos, estarán peinando toda la zona. Haciendo una labor increíble. Tranquila, son muy buenos, lo que pasa es que a veces son muy duros, bueno, tienen que serlo para... Ellos quieren aclararlo, ¿te das cuenta?

R.P. Sí. (...).

R.P. Yo no puedo ir a casa por la niña.

A.B. Olvídate de eso, guapa.

R.P. No puedo olvidarme, Alfonso (...). Me estoy rompiendo entera.

A.B. Olvídate de eso. Respira por la nariz, echa el aire por la boca y relájate, venga. Calma, cuando nos queramos dar cuenta estaremos en la calle en plena libertad (...).

R.P. Pero Asunta no vuelve, Alfonso.

A.B. ¿Cómo?

R.P. Asunta no vuelve.

A.B. ¿Cómo?

R.P. Que Asunta no vuelve, Alfonso. ¡¡No vuelve!!

A.B. Ya lo sé mi vida, ya sé que no volverá nunca, ya lo sé Charo, ya lo sé. (...)

R.P. He sido buena hija, he sido buena madre, contigo me he portado mal, pero...

A.B. Ya está, cálmate, deja de hablar.

R.P. Pero, ¿por qué este castigo?

A.B. Cálmate, por favor, y deja de hablar, no hables más, relájate. Tienes que estar muy fuerte para mañana ¿de acuerdo? Piensa que cuanto más fuerte estés mañana, más posibilidades hay de salir, ¿vale?

R.P. No hay parte del cuerpo que no me duela.

A.B. Ya, y a mí. Pero te repito, cuanto más descanses hoy, en mejores condiciones estarás mañana.

R.P. Vale.

A.B. Para hablar delante del juez, ¿vale?

R.P. Vale.

A.B. Pues ya está, como no tienes nada que ocultar, como no hay nada que ocultar, relájate.