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La alianza Charlines-Monchines monopolizaba la venta de heroína

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

El clan gallego trabajaba con un grupo conflictivo de Valladolid

12 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Yolanda Charlín no era extranjera en Valladolid. La sobrina del patriarca de Vilanova, detenida esta semana en una de las redadas más importantes contra el tráfico de heroína, ya vivió muchas aventuras en su juventud en la capital vallisoletana.

Fue allí donde la detuvieron en 1996 -ya había sido arrestada cuatro años antes con su padre, cuando era casi una niña- y ya entonces se le acusaba de formar parte de una banda de distribución de heroína capitaneada por un turco asociado con un clan vallisoletano. Por ese motivo fue juzgada años después, y aunque por falta de pruebas se le absolvió del delito de tráfico de drogas, sí fue condenada por secuestrar a uno de los turcos que supuestamente les debía dinero.

Casi veinte años después, la historia se repite. La más díscola de las sobrinas de Charlín fue detenida de nuevo por asociarse a una banda turca para la producción y venta de heroína en España, y como entonces, contó de nuevo con la colaboración de un grupo de narcos vallisoletanos. O al menos eso es lo que cree la Policía Nacional, que detuvo a nueve personas -tres de ellas gallegas- como responsables del mayor laboratorio de heroína descubierto en Europa y que se distribuía a toda España desde una vivienda de Fuensaldaña.

Los Charlines, esta vez, se aliaron con los Monchines, una banda oriunda de Valladolid que, como en el caso del clan arousano, llevaba décadas monopolizando el tráfico de drogas. Era, además, un grupo muy violento que tenía atemorizados a los vecinos del poblado de La Esperanza, donde habían fijado su base de operaciones en los noventa y donde acumularon una fortuna valorada en torno a los seis millones de euros.

Muerte del cabecilla

La suerte dejó de acompañarles en los últimos meses. Su cabecilla, Miguel Romero, conocido como Moncho y que dio nombre al clan, murió el pasado mes de febrero tras abandonar la cárcel después de cumplir seis años condenado por tráfico de drogas. La caída se precipitó esta semana con la detención de su hermano Salvador Romero, alias el Negro, uno de los personajes arrestados junto con Yolanda Charlín y otras siete personas entre las que figuraba un ciudadano turco que, junto con su hijo, era el encargado de transformar la morfina que llegaba de Afganistán en heroína.

La Policía Nacional se congratula de haberse incautado de los 20 kilos de heroína y otros 20 de morfina antes de su llegada al mercado -seis estaban en un vehículo listos para su traslado a Cambados-. Aunque su consumo es cada vez más residual, en los últimos años están aumentando las incautaciones de estas sustancias, que llegan, casi siempre, a través de Afganistán. Según Ignacio Cosidó, director general de la Policía Nacional, se intervinieron 71 kilos en el 2012 y 110 este año.