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Rosario Porto asegura que fue tres veces a Teo el día que murió Asunta

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

En la reconstrucción trató de justificar que tardó el doble en volver que en el viaje de ida. SIGUE AQUÍ LA INFORMACIÓN DEL CASO

20 dic 2013 . Actualizado a las 13:57 h.

Tras haberse negado inicialmente alegando que no colaboraría con la investigación del asesinato de su hija Asunta hasta que no se levantase el secreto de sumario, Rosario Porto accedió ayer por fin a reconstruir ante el juez, el fiscal y la acusación particular -la asociación Clara Campoamor- todo lo que, según ella, hizo aquel sábado 21 de septiembre en el que murió la pequeña.

Su versión de los hechos se centró en intentar justificar por qué tardó 19 minutos en su primer viaje entre Santiago y la casa de Teo y 40 en regresar. Un dato que los investigadores pueden demostrar con las horas de activación y desactivación de las alarmas del piso en el que vivía en la calle Doutor Teixeiro y el chalé de Teo, en el que se sitúa el asesinato de Asunta.

Para ello, en la reconstrucción de ayer Rosario Porto dijo al juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, y al fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, que en su viaje de regreso no fue directamente a su piso de Santiago, sino que al salir del chalé de Teo pasó por una gasolinera cercana, aunque no llegó a repostar, y que después puso rumbo al Decathlon, pero que a mitad de camino decidió dar vuelta porque se le había hecho tarde y que fue entonces cuando regresó. En esos trayectos a mayores y en el hecho de que, según afirmó, había muchos atascos, fundamentó que invirtiese el doble de tiempo en el viaje de vuelta.

Esa no fue la única peripecia que vivió Rosario Porto aquel 21 de septiembre en que fue asesinada su hija Asunta. En la reconstrucción de los hechos que hizo ayer declaró que aquella tarde fue hasta tres veces a su chalé de Teo. Y solo la primera vez con Asunta. Ayer explicó que tras comer todos juntos en la casa de su exmarido, Alfonso Basterra -imputado como ella por el asesinato y también en prisión-, la niña salió primero y fue al piso de Doutor Teixeiro, muy cerca del de su padre, situado en la calle República Arxentina. Porto fue a por su coche, que guardaba en un garaje del piso en el que vivían sus padres, en General Pardiñas, y pasó a recoger a la pequeña, para lo que estacionó en doble fila frente a su domicilio.

Inició entonces un ir y venir que no convence en absoluto a los investigadores. Aseguró que al llegar a la casa de Teo Asunta le dijo que se encontraba mal, por lo que la llevó de vuelta a Santiago. Volvió a Teo -hacia el sur-, y de allí fue al Decathlon de Santiago -en la salida norte de la ciudad-, pero no llegó a entrar porque se dio cuenta de que se había dejado la cartera en el chalé. Así, afirma que volvió a Teo por tercera vez a recoger la cartera y que volvió a salir. Pasó por la gasolinera, pero sin embargo no paró a repostar y emprendió camino de nuevo hacia el Decathlon, aunque decidió dar vuelta antes de llegar. Regresó al garaje, dejó el coche y fue caminando a su piso de Doutor Teixeiro donde ya no estaba Asunta.

Los investigadores no creen esta versión, que ven «rocambolesca» y recuerdan que en su primera declaración, Rosario Porto dijo que había dejado a Asunta en su piso y que no fue a Teo con ella, pero que cambió su versión al saber que una cámara de seguridad le había grabado en su coche, con Asunta en el asiento del copiloto y en dirección al chalé de Teo. Esa es la última imagen de la niña con vida.