Está en el pecho, una zona de la camiseta en la que no había fluidos
25 ene 2014 . Actualizado a las 12:51 h.La mancha de semen aparecida en la camiseta de Asunta se ha convertido en el único punto débil de una investigación de la Guardia Civil que hasta el momento ha sido modélica por su rapidez y eficacia. Los investigadores y el propio juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, consideran que se debe a un error cometido en el laboratorio central del instituto armado en Madrid, probablemente a un accidente que hizo que el semen que había en un preservativo que era prueba de una denuncia por violación acabase sobre la ropa de la niña.
El día que se levantó el cadáver de Asunta, cuando se aplicó la luz forense a la ropa, aparecieron manchas en la camiseta, concretamente en el cuello, el hombro izquierdo, la axila y el costado de la camiseta. No había ninguna en el pecho, que es donde después apareció la mancha de semen, lo que indica que no estaba cuando, a la 1.15 horas del 22 de septiembre, fue hallado el cuerpo sin vida de la pequeña en una pista forestal de Teo.
Eso fue lo mismo que declararon ayer las dos forenses que testificaron y que fueron las que participaron en el levantamiento del cadáver. El hecho de que en el acta se dijese que los «restos orgánicos» hallados podrían ser «posiblemente de semen» se debió a una coletilla introducida por la secretaria judicial que ya desaparece en el siguiente trámite, la diligencia de levantamiento, que solo habla de «manchas de color blanco brillante, cuyo estudio se realizará posteriormente».
Pero hay más datos que aclaran que la mancha de semen no estaba en la camiseta. Tiene una superficie de 24 centímetros cuadrados y está presente tanto en el exterior como en el interior de la ropa. Es decir, que llegó a calar el tejido. Sin embargo, y este es un dato fundamental, no había semen en la piel de la niña, ni en el pecho ni en ninguna otra parte de su cuerpo.
Con estos datos en la mano, los investigadores han determinado que las manchas que había en la camiseta eran de sudor, salvo las del hombro izquierdo en las que había también vómito y sangre de Asunta. No había semen y el que después apareció se debió a un accidente en el laboratorio que hizo que el esperma de un colombiano residente en Madrid acusado de violación se vertiese sobre la ropa de la niña.
Ese hombre, que ha sido imputado para esclarecer este extremo, tiene además pruebas de que estuvo en Madrid el 21 de septiembre. Su hermana también declaró ayer en los juzgados y corroboró su coartada, que es que fue a un centro comercial y que cenó con amigos.
La acusación particular, que ejerce la asociación Clara Campoamor, considera que las declaraciones de testigos de ayer fueron «muy contundentes» porque «acreditan la magnífica investigación de la Guardia Civil y la instrucción del juez Vázquez Taín» al considerar que avanzan notablemente en el esclarecimiento de la mancha de semen, que ironizan al calificar «como otro milagro como el del ordenador, porque aparece y desaparece en función de las necesidades de las defensas».
Además, la asociación Clara Campoamor se muestra contraria y muy crítica con el hecho de que Porto vaya a actuar como coabogada y esté presente en todas las declaraciones. «Consideramos que sus traslados van a ocasionar unos gastos que deberían cuantificarse y en su día abonar ella».