
Dos cuadrillas de expertos esquiladores de Polonia llegan cada primavera a Galicia para trabajar en los grandes rebaños con una rápida técnica
18 may 2019 . Actualizado a las 18:09 h.Con la llegada de la primavera es el momento de proceder a esquilar los rebaños de ovejas, para librarlas de la lana que les daría mucho calor en verano y favorecería la proliferación de insectos y parásitos. Es un trabajo que desde hace años están realizando cuadrillas de rapadores polacos, dada la escasez de esquiladores profesionales en Galicia que se dediquen a este sacrificado trabajo.
Una cuadrilla, formada por Josef, Artur, Tomas y Konrad, lleva toda la semana ocupándose de trasquilar a las ovejas de la provincia de Ourense, coordinados por la asociación Ovica (Asociación de Criadores de Ovino e Caprino de Galicia). Ayer y hoy se ocuparon de una de las mayores explotaciones ovinas que hay en Ourense, en la aldea de Tioira, del municipio de Maceda, con más de mil cabezas.
Josef Bialy cuenta que lleva cuarenta años en esta faena y 25 de ellos viniendo a España para la época de trasquilar, donde pasan un par de meses dedicándose en exclusiva a realizar un trabajo en el que son muy valorados por la rapidez con la que rapan los vellones que recoge David Echeverri para transportar a un centro de almacenaje autorizado en Madrid o a Portugal. En Galicia pueden juntar de 30.000 a 50.000 kilos de lana, explica David, que se paga a bajo precio. Esta cuadrilla de esquiladores polacos ha trabajado en Castilla y León y Extremadura, donde hay más abundancia de rebaños. En Galicia, cuenta Josef, apenas conocen dos o tres grandes explotaciones.
Entre uno y tres euros
En esta campaña les toca rapar unos 25.000 animales. Cobran entre uno y tres euros por cada oveja que trasquilan, una operación que realizan en alrededor de un minuto, en función del tamaño del animal. Trabajan de sol a sol y es una faena dura físicamente, pero la llevan con humor. Uno de los miembros de la cuadrilla va trayendo cada oveja al puesto del esquilador, que con una mano la sujeta y con la otra la afeita con tijeras de marcas específicas que traen desde su Polonia natal. «Es un trabajo que requiere técnica y fuerza, porque los animales se ponen nerviosos», explica Arthur.
Cada cuadrilla trasquila unas treinta mil ovejas en los dos meses de campaña. La asociación Ovica quiere realizar un curso para formar a esquiladores en Galicia. Pretenden luchar así contra el intrusismo y cubrir una posible vía de empleo temporal, como lo es para estos polacos que tras la campaña regresarán a dedicarse a la agricultura en su país. Josef cuenta que en Castilla ha encontrado jóvenes que se interesaron por aprender, pero no en Galicia. Apunta que llegar a adquirir la técnica y rapidez necesaria llevaría un año o trasquilar unas mil ovejas.