Anova reconoce la frustración de su militancia y la tensión interna ante su asamblea nacional
GALICIA
La asamblea del fin de semana, que muchos ven como el escenario de una ruptura interna, es planteada como una cita para marcar el camino político a seguir
08 oct 2014 . Actualizado a las 07:10 h.Los 1.193 militantes de Anova dirimirán este fin de semana el futuro de la organización, dividida en dos tras haber escrito una de las páginas más exitosas de la historia electoral reciente de Galicia. El enfrentamiento existente en la organización que lidera Xosé Manuel Beiras es asumido desde el primer párrafo del informe de gestión que será sometido a votación en el encuentro que se celebrará en Santiago. La radiografía interna realizada en dicho documento sobre la evolución de Anova desde su nacimiento constata que «unha discrepancia constatable en cuestións claves do proxecto político provocaron a frustración dunha parte importante da militancia». «O escenario político da organización despois da I asemblea nacional foi de tensión máis ou menos contida e de reforzo das posicións propias fronte ao sentir colectivo», se añade en el informe de gestión.
Los responsables de la formación nacionalista reconocen incluso que las relaciones internas se agravaron a causa de los debates sobre la estrategia a seguir en las elecciones europeas, situación que señalan «non era nin é o escenario ideal para facer un traballo político», señala la coordinadora nacional, que reconoce que ante dicha situación se centró en los últimos meses en buscar vías de consenso interno «ou, polo menos de non belixerancia».
Tensiones
Pese a valorar la obtención de un escaño en el Parlamento Europeo, Anova afronta su segundo cónclave con el convencimiento de que las elecciones europeas fue el escenario de un descenso porcentual en votos por «a translación social das tensións internas, especialmente as dúbidas xeradas arredor da necesidade de reeditar algo semellante a AGE».
La asamblea nacional del fin de semana, que no pocos integrantes de Anova ven como el escenario de una posible ruptura interna, es planteada por su coordinadora como una cita que no se puede cerrar en falso, y que por tanto debe marcar el camino político a seguir y las relaciones con los demás partidos de izquierda y plataformas y además con el nacionalismo.
Evidencia de la disputa interna es que hasta 176 militantes, reconocibles en dos sectores, tratan de optar a los entre 50 y 75 puestos de la coordinadora nacional.