Los concellos que rechazan la tasa de Sogama suponen el 4,24 % de su facturación

e. g. s. lugo / la voz

GALICIA

Hay 22 ayuntamientos gallegos que todavía se niegan a pagar la subida de la tasa por tratar la basura

18 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Al final van pasando por caja, aunque algunos aún se resisten. Hay 22 ayuntamientos gallegos que todavía se niegan a pagar el «tasazo», la polémica subida de la tasa que cobra Sogama por tratar la basura de los municipios. El dato lo facilitó ayer el presidente de la citada sociedad, Luis Lamas, tras un acto en el que participó en la capital lucense.

Los tres concellos que más recientemente pasaron por caja para pagar fueron los de A Illa de Arousa, Ourense y Lugo, según destacó Lamas.

Mientras, los 22 que aún no hicieron efectivo el importe de las correspondientes facturas tienen poco peso en la facturación total de Sogama; representan el 4,24%, según Luis Lamas.

En el caso del Concello de Lugo, el pago de los meses de enero a septiembre (salvo agosto, porque no le llegó la factura), se verificó muy recientemente. El gobierno lucense explicó que como el cambio de la tasa fue incorporado en el presupuesto anual de la Xunta tiene rango de ley, y, por tanto, no cabe recurso. Y contraer deudas con la Administración podría dejar al Concello de Lugo sin fondos de cooperación de la Xunta. A este mismo problema se enfrentan todos los concellos. En el caso de Lugo, el gobierno local hizo un intento de que Sogama le remitiese desglosada en cada recibo la cantidad que le correspondía pagar según la tasa anterior y la parte correspondiente al incremento, porque no se negaba a abonar la primera. Tal demanda no fue atendida, y a la vista de los problemas a los que podía enfrentarse el Concello, el equipo presidido por el socialista López Orozco decidió ingresar 1,4 millones por seis meses del año en curso.

Lamas, en respuesta a preguntas de los periodistas, destacó que algunos sectores llevan expresando dudas sobre el futuro de Sogama prácticamente desde que echó a andar. Cree que sigue siendo la opción más cómoda y segura para los concellos gallegos y destaca los problemas que encuentran los que optaron por otras opciones. A este respecto, hay que recordar que Lugo tiene adjudicada la instalación y gestión de una planta de compostaje desde el año 2003, proyecto que no llegó a ejecutar.