Orozco vuelve a quedarse solo en un pleno marcado por el caso Pokémon y el año electoral

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

GALICIA

«Váiase, señor Castiñeira», le espetó Orozco al líder del PP lucense

30 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso Pokémon, en el que está imputado el alcalde de Lugo, pesa como una losa en cada sesión plenaria de la corporación municipal de Lugo. La investigación que lleva a cabo la jueza Pilar de Lara enturbia tanto la atmósfera del salón noble del consistorio lucense como la proximidad de las elecciones locales. Ayer, Pokémon y la próxima cita electoral se dejaron notar. El alcalde, José López Orozco, ya designado cabeza de lista del PSOE para los comicios de mayo, se dirigió al portavoz del PP, Jaime Castiñeira, candidato a la alcaldía aún no confirmado, y le espetó: «Váiase, señor Castiñeira».

El líder del PP se preguntó para qué van a llevar a Orozco ante la Justicia, si ya está ante ella. En su opinión, es el socialista el que debe irse, y apuntó que los electores ya le indicaron la puerta de salida del consistorio en el 2011.

El protagonismo en el orden del día de la sesión plenaria de ayer lo tuvo el proyecto de presupuesto municipal para el 2015, por importe de 93,5 millones. Como era previsible, no lo apoyaron ni el PP ni el BNG, y Orozco tuvo que convocar una reunión extraordinaria de la junta de gobierno para sacar adelante las grandes cuentas municipales para el 2015. Pudo hacerlo así porque, por ser el del actual ejercicio el presupuesto prorrogado del 2013, se lo permite la legislación vigente. Tanto el PP como el Bloque ven en las cuentas municipales claros síntomas de electoralismo. Lo dicen fundamentalmente por los 500.000 euros para inversiones cuyo destino no se concreta a la espera de lo que digan las asociaciones. Orozco sostiene que son presupuestos participativos; la oposición, electoralistas.

A lo largo del debate presupuestario, y de los de las proposiciones que vinieron después, hubo fuego cruzado de clara marca electoral entre los tres grupos.

Al socialista Orozco le gusta disparar por elevación y no deja pasar la ocasión cuando se le pone a tiro de dar trascendencia gallega a los asuntos lucenses. Una de las propuesta tenía por objetivo reivindicar el contenido original de la iniciativa legislativa popular, avalada por 42.000 firmas, para dotar al hospital de Lugo (HULA) de hemodinámica las 24 horas del día, radioterapia y medicina nuclear. Este asunto le sirvió a Orozco para criticar con dureza a Feijoo y al portavoz del PP y presunto candidato a la alcaldía, Castiñeira. Acabó por pedir, al modo en que Aznar lo hacía con Felipe González: «Váiase, señor Castiñeira». Y Castiñeira le dijo que nones, que el que se tiene que ir es él, porque, a su juicio, hace un daño irreparable a Lugo.

Puestas las cosas como están, Orozco le afeó a la portavoz nacionalista, Paz Abraira, hasta el tono muy alto de sus intervenciones. «Funciona a megafonía», constató Orozco. Abraira no se anduvo con miramientos y acusó al alcalde de caer en la impertinencia. «Falo como me peta», dijo. Castiñeira estuvo fino y dejó oír su voz: «Debía dar gusto velos nas xuntas de goberno», soltó como puyazo en alusión al tiempo en el que el BNG formó parte del gobierno del Concello, la institución de la que el PP dice que es la «axencia de colocación» del PSOE. Mayo está a la vuelta de la esquina y la sombra de Pokémon planea sobre el Concello de Lugo.