La ejecutiva federal rechaza investigar los casos denunciados por el exregidor
07 ene 2015 . Actualizado a las 09:46 h.La ejecutiva federal del PSOE que dirige Pedro Sánchez ha tomado la decisión de expulsar a Carlos Príncipe del partido en el que milita desde hace 33 años y por el que fue alcalde de Vigo entre 1991 y 1995.
Príncipe, convertido en una de las voces más insistentes en la denuncia de supuestos casos de corrupción en la gestión de Abel Caballero al frente del Ayuntamiento de Vigo, recibe su baja como afiliado socialista a falta de 137 días para las elecciones municipales y cuando se cumplen tres años y medio de la apertura de un expediente disciplinario por sus críticas hacia el alcalde vigués y varios miembros de su equipo. La expulsión, firmada por el coordinador de la secretaría de organización federal, se justifica en el hecho de que «se ha perjudicado gravemente los intereses del partido» con sus afirmaciones, y por «menoscabar la imagen de los cargos públicos e instituciones socialistas».
Nada dice la resolución de la ejecutiva federal socialista sobre la participación de Príncipe en la presentación de una conferencia del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, celebrada en marzo del 2012, acto que le supuso su suspensión temporal de militancia en el PSOE desde entonces hasta la actualidad.
Acusaciones de corrupción
Aunque fue expedientado en el 2011 por sus críticas y sancionado en el 2012 por el acto con Rueda, han sido sus últimas acusaciones sobre corrupción en el gobierno de Abel Caballero lo que ha desatado la reacción final del PSOE. Las afirmaciones de Carlos Príncipe de que Caballero lidera una trama de empleos y contratos públicos a favor de decenas de allegados de cargos socialistas locales; la remisión de dichos casos de supuesto nepotismo a la Fiscalía, y la denuncia formulada ante el ministerio público de que el concejal de Parques y Jardines, Ángel Rivas, participó reiteradamente en la adjudicación de obras municipales a constructoras clientes de la empresa de hormigón en la que era gerente, reactivaron en octubre del 2013 el proceso disciplinario interno.
La instrucción de dicho expediente fue contestada por el ahora expulsado solicitando a los órganos del partido que requiriesen de la Justicia certificaciones de los casos abiertos en los juzgados vigueses por presunta corrupción en el gobierno municipal socialista. En concreto, Príncipe se refería a la operación Patos, que originó el registro durante horas de los despachos de dos concejales de Caballero; la imputación al edil Ángel Rivas, por el citado caso del hormigón, y en tercer lugar, respecto a la investigación que sigue la fiscal jefe de Vigo por los casos de enchufismo denunciados por el propio exregidor y la plataforma ciudadana Xuntos.
La ejecutiva socialista rechaza solicitar dichas pruebas judiciales, así como llamar a declarar a todos los supuestos enchufados y los cargos del equipo de Caballero que los habrían amparado, prueba reclamada también en su descargo por Príncipe.
La instructora del expediente señala, y la ejecutiva federal hace suya como prueba, que el edil de Gestión Municipal de Caballero «ha manifestado que todas las contrataciones han cumplido con la legalidad que rige toda contratación pública». Añade el escrito de expulsión que los instructores del caso carecen de competencia legal para reclamar expedientes municipales sobre contratación de personal o servicios, concluyendo en todo caso que en sus acusaciones Príncipe no ha aportado las pruebas suficientes para demostrar su veracidad. Además, se estiman las acusaciones como «ofensas personales graves», y las denuncias, «más allá de lo entendible como legítimo derecho a la crítica».
Pese a ser el blanco de sus acusaciones y denuncias, Abel Caballero no es citado en los siete folios del expediente más que en la reproducción de alguna de las declaraciones hechas en prensa o en su blog por Príncipe. «Caballero, como Antoñita la fantástica»; «Caballero está acostumbrado a decir una cosa y al día siguiente la contraria»; «Caballero se convierte para Vigo en un activo tóxico», o «el sátrapa Abel Caballero empieza a caer en sus propias trampas y mentiras», son algunas de las frases de Príncipe reflejadas para justificar la expulsión. Esta fue propuesta por los instructores en Vigo y secundada por la ejecutiva provincial el 12 de diciembre, y por la gallega el 17, que a través del propio Besteiro había instado a Príncipe a llevar sus denuncias al juzgado.