Portugal busca médicos de familia españoles por salarios de 1.700 euros

Begoña Íñiguez LISBOA / E. LA VOZ

GALICIA

M. Moralejo

La convocatoria, que termina el viernes, seleccionará 115 facultativos

18 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ministerio de Sanidad portugués ha abierto un concurso público de contratación para cubrir 115 plazas de médicos de familia, en centros de salud del norte, zona centro, Lisboa, Alentejo y el Algarve, que finaliza este viernes y ha suscitado mucha polémica entre la clase médica del país por la degradación de las condiciones monetarias y laborales de estos nuevos contratos. El sueldo ofertado son 2.746 euros al mes, unos 1.700 líquidos, un 50 % menos que en España. «El concurso está abierto a médicos de cualquier nacionalidad, entre ellos españoles, además de portugueses, siempre y cuando tengan convalidado su título y la especialidad de médico de familia en Portugal», como confirmaron ayer fuentes del ministerio que preside Paulo Macedo. «Los 115 contratos se van a regir por la tabla salarial en vigor, sea cual sea la nacionalidad de los contratantes», señalan dichas fuentes.

El periódico luso Diario de Noticias abría ayer su edición con esta noticia y destacaba que «en el punto de mira del ministerio de Sanidad luso están los médicos españoles de Galicia, Castilla y León, Extremadura y Andalucía, donde han puesto anuncios de la convocatoria». El rotativo luso avanzaba también que «los médicos de dichas regiones podrán compaginar su trabajo en Portugal con otros al otro lado de la frontera». Sobre lo anterior, las fuentes del Ministerio de Sanidad portugués consultadas por La Voz no han querido hacer comentarios, remitiendo la información pertinente a la Administración Central del Sistema de Sanidad luso (ACSS) con la que ayer fue imposible contactar.

En Portugal, desde que comenzó la crisis y se implementaron los primeros recortes, a finales de 2010, el descontento no para de crecer entre los médicos y el resto del personal sanitario luso. El mismo sentimiento de frustración y preocupación por el deterioro, la falta de medios y el aumento de horas extraordinarias, sin apenas remuneración, comparte el gallego Xoán Gómez Vázquez, médico de familia en un ambulatorio de Ponte da Barca, muy cerca de la frontera. Xoán vino a trabajar a Portugal en 1.999 y preside la Asociación Profesional de Sanitarios Españoles en Portugal (APSEP).

Menos que en España

Gómez asegura que «las condiciones de trabajo de los médicos y de todo el personal sanitario en Portugal se han degradado muchísimo desde que el país fue rescatado en el 2011. «Yo soy funcionario y, con los continuos recortes, gano hoy un 30% menos de lo que ingresaba al mes cuando llegué aquí en 1999», dice. Por ello, duda que muchos médicos del otro lado de la frontera se animen a concursar ahora para obtener alguna de las 115 plazas. Alega que «el sueldo ofertado es mucho más bajo de lo que se paga ahora en España». «Los 2.746 euros brutos se quedan en 1.700 líquidos porque hay que contar con las retenciones a la Seguridad Social, a Hacienda, además del 10% de la tasa de solidaridad». Y añade tajante: «Eso sin contar con que no se sustituye a nadie en caso de baja o jubilación y cada médico, al menos en mi centro de salud, tiene más de 1.900 pacientes». Aunque lo peor, para el presidente de los sanitarios españoles en Portugal, es que «es imposible compaginar un trabajo de 40 horas en un ambulatorio de aquí con otro en un centro similar público o privado al otro lado de la frontera». Gómez explica que aunque su trabajo es de 40 horas de lunes a viernes, les «obligan a entrar un día de la semana a las ocho de la mañana, salir otro día a las ocho de la tarde, no trabajar más de cinco horas seguidas ni tener un horario continuo». «Esto se está poniendo cada vez más difícil. Solamente les puede interesar a los compañeros con poca experiencia, que en cuanto encuentren algo mejor se irán», concluye.

Según un informe elaborado por APSEP, el número de médicos españoles que trabajan en Portugal se ha reducido muchísimo, desde los casi 2.000 que había entre los años 1999 y 2002, y los 1.200 que hay en la actualidad.