Uno de los trabajadores de la empresa Azetanet declaró que «seguirá siendo así mientras nadie meta mano»
19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Uno de los empleados que tenía Gerardo Crespo en su empresa Azetanet declaró ayer que el asunto de las comisiones en el sector de la formación «se dieron, se dan y se darán siempre. Y así seguirá siendo mientras nadie meta mano». Calificó como algo habitual que los dueños de las compañías dedicadas a la formación les devuelvan a los responsables de las entidades sin ánimo de lucro un porcentaje de lo que reciben de subvención por los cursos, que suele estar entre un 10 y un 30 %. Sobre su etapa en la empresa del supuesto cabecilla de la trama, dijo que se limitaba a acatar órdenes. Sobre si se hacían o no los cursos de formación, declaró que sí se hacían y que estaban inspeccionados.
Por último, prestó declaración una orientadora laboral que trabajó para Crespo. Primero quiso dejar muy claro que todos los empleados de la empresa «le echábamos 12 horas diarias» para luego insistir en que los cursos se hacían y los inspectores de la Xunta los visitaban sin encontrar irregularidades. También reconoció que a Gerardo Crespo le gustaba «fanfarronear» sobre sus amistades políticas. Y sobre la inserción laboral de los alumnos, «se hacía sí o sí». En eso se ponía todo el esfuerzo y se llevaba con rigidez.