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El abuelo del emigrante gallego asesinado en Argentina: «Vivir aquí é moi perigoso»

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

El origen de los Pouso. Raúl Pouso, primo del fallecido, mostrando una foto de Guillermo junto a sus parientes Lola Miranda (de rosa); el marido de esta, Antonio; y su hija, Cristina, frente a su casa de Resúa, en la que recibieron la noticia de la muerte y desde la que están en contacto con sus familiares en Argentina.
El origen de los Pouso. Raúl Pouso, primo del fallecido, mostrando una foto de Guillermo junto a sus parientes Lola Miranda (de rosa); el marido de esta, Antonio; y su hija, Cristina, frente a su casa de Resúa, en la que recibieron la noticia de la muerte y desde la que están en contacto con sus familiares en Argentina. CARMELA QUEIJEIRO

Los familiares de Guillermo Pouso en Porto do Son lamentan su muerte tras ser asaltado para robarle la moto

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Resúa es una pequeña aldea del municipio coruñés de Porto do Son que no llega a las veinte casas. Allí, la familia Pouso ocupa buena parte de las viviendas que todavía están habitadas. La emigración se encargó, hace décadas, de vaciar el resto. Argentina fue el destino elegido por numerosos vecinos. Muchos de los que decidieron hacer las maletas y cruzar el charco portaban el apellido Pouso. Uno de ellos fue el señor Francisco, abuelo de Guillermo Pouso, el hombre de 33 años asesinado el sábado con un único pretexto: robar su moto. Ayer, desde Argentina, el mismo señor Francisco explicaba que «levamos anos dicindo que vivir en Arxentina é perigoso por moitos motivos».

La frase no resulta nueva para los primos que residen en Barbanza. El señor Francisco la repite cada vez que regresa a su añorada tierra, que suele coincidir con cada verano. Ayer, desde Argentina, concretamente desde la ciudad de Morón, el hermano de Guillermo, Gabriel, relataba que la zona en la que fue asesinado su hermano pequeño se caracteriza por la elevada presencia de bandas organizadas especializadas en cometer robos. Gabriel añade, a través del teléfono, que por ahora la policía no ha facilitado más información, y que están a la espera de saber si el único detenido, un niño de 12 años, delató a los supuestos cómplices. Y es que según indican en la familia los investigadores no creen que este adolescente pudo ser capaz de lanzar una piedra a la cabeza del difunto para luego iniciar la huida en el citado vehículo. Lo que sí está confirmado es que, horas después, la moto estaba en poder del niño.

El mismo Gabriel añade que Argentina tiene una normativa muy diferente a la española para actuar contra menores de edad que cometen cualquier tipo de delito, incluidos los asesinatos. Mientras, Milagros García, natural de Ourense y madre de Gabriel y del desaparecido Guillermo, con el que vivía en Morón, seguía ayer muy afectada y prefirió no hacer declaraciones.

Ultramarinos Lola

La vida tranquila que impera en Resúa se quebró el sábado. En medio de los caminos de hormigón y sin aceras que comunican las viviendas uno no tarda en encontrar el ultramarinos Lola, propiedad de una prima del difunto. Este negocio, que pervive haciendo a la vez de bar, es punto de encuentro obligado para los oriundos. Ayer, tanto Lola como su marido, Antonio, y su hija, Cristina, que regenta la peluquería más cercana, confesaban que recibieron la noticia con incredulidad.

En lo que coinciden todos los familiares consultados es que el abuelo de Guillermo, el señor Francisco, está deshecho. Uno de sus primos más allegados, Raúl Pouso, de naturaleza amable, revela que don Francisco tiene noventa años y, aunque está bien de salud, cree que lo ocurrido podría acelerar su regreso definitivo a Galicia, algo en lo que lleva pensando varios años.

Unidos por Facebook

Los Pouso, tanto los que residen en Galicia como los que están en Argentina, mantienen una comunicación directa a través de Facebook. Tras la muerte de Guillermo, esta red social se llenó de comentarios afectuosos de sus allegados, destacando con luz propia el de su tío Roberto: «¿En qué país estamos viviendo? ¿Qué nos pasa o qué no nos pasa? No sé cómo se termina esto o cómo se empieza. Lo que sí sé es que él ya no está más para poder defenderse y entonces te entra la bronca, la ira, de no saber qué hacer ante tremenda injusticia al perder un familiar. Se lo pido a las autoridades, Gobierno, oposición, a los de centro, a los de derecha y a quien sea. ¡Así no se puede seguir, hagan algo! ¿No se dan cuenta que la inseguridad y la falta de decisiones nos está arrancando la vida? Ojalá que en paz descanses, sobrino», escribió.

Mientras, sus compañeros en el parque de bomberos de Morón, dejaron este comentario para el recuerdo: «Nuestro compañero Guillermo Pouso se fue muy temprano. Nos toca acompañar en la pérdida irreparable a su madre y a su hermano. Vas a vivir en nuestro recuerdo y a acompañarnos en las cosas de todos los días, porque ahora decoras el cielo con aquellos que nos escoltan desde otro lado. ¡Que descanses en paz, hermano nuestro!».