La defensa del maquinista del Alvia acusa de plagio a uno de los dos peritos propuestos por la Xunta

Pablo González
Pablo González LA VOZ / REDACCIÓN

GALICIA

PACO RODRIGUEZ

El experto no niega que haya utilizado párrafos enteros de otros informes «porque estoy de acuerdo con ellos»

15 oct 2015 . Actualizado a las 00:26 h.

El abogado del maquinista del Alvia presentó el recurso contra el auto del juez en el que su defendido, Francisco Javier Garzón Amo, es el único imputado en la causa por el accidente ferroviario de Santiago, y puede ser acusado de 80 homicidios por imprudencia profesional grave. El letrado Manuel Prieto alega que el maquinista carece de responsabilidad en el accidente, «al no tener el lugar del siniestro las medidas de seguridad necesarias que evitarían el resultado». Reclama por tanto la desimputación de Francisco José Garzón Amo.

En paralelo, Manuel Prieto acusa al ingeniero de Caminos Juan Carlos Carballeira, uno de los dos peritos propuestos por la Xunta -el tercero fue elegido por sorteo-, de plagiar párrafos e incluso páginas enteras en el informe en el que atribuye en exclusiva la causa del accidente al exceso de velocidad motivado por el despiste del maquinista. El juez instructor, Andrés Lago Louro, toma como referencia este informe, realizado por un funcionario de la Xunta, en distintas partes del auto con el que cierra la instrucción sin buscar respnsabilidades en el entorno del ADIF.

El abogado del maquinista detecta «la técnica del copia y pega» en 33 páginas y párrafos que se corresponderían con redacciones prácticamente idénticas del informe de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF). Pero también ha detectado párrafos idénticos a los que redactó el perito César Mariñas en su informe preliminar. Lo mismo sucede con otros documentos presentes en la causa.

El letrado concluye que este informe no puede sustentar la imputación de su defendido, «pues el señor Carballeira no ha hecho ningún estudio real e independiente (...), sino que ha copiado otros informes que luego dice no compartir». Y añade: «Nada aporta este perito, más que esos conocimientos de usar herramientas office. Estamos ante un fraude y un engaño, lo cual es bochornoso». El abogado pide que el juez lo llame a declarar.

El perito acusado de plagio no niega que haya utilizado textos completos del informe de la CIAF y de otros presentes en la causa. «En el preámbulo de mi informe cito todas las investigaciones en las que me baso, y entre ellas está la de la CIAF. Aporto ideas de este informe y de otros con los que estoy de acuerdo. Asumo esas ideas y lo explico en la introducción a mi estudio», explica Juan Carlos Carballeira, quien matiza que la inmensa mayoría de sus conclusiones son fruto de su trabajo.

En paralelo, la defensa del maquinista atribuye al ADIF la posición de máximo garante para evitar que se produjera el siniestro en la curva de Angrois. El recurso incide en que el conductor del Alvia no rebasó ni infringió ninguna señal luminosa y que el origen de su lapsus está en la llamada del interventor, una situación permitida y no identificada como un riesgo por parte de Renfe y del ADIF. «En el auto recurrido se imputa errónea e indebidamente a Francisco Jose Garzón Amo 80 delitos de homicidio por imprudencia grave profesional», concluye la defensa.

El recurso cuestiona que el auto sitúe toda la responsabilidad de la seguridad ferroviaria en el factor humano y en el conocimiento de la vía, «por lo que en consecuencia en el sector ferroviario no sería necesaria normativa, ni señales, ni medidas de seguridad». Para el abogado, la causa del accidente está en la omisión de medidas de seguridad que podrían haber reconducido el error humano. Y asume que las balizas que después del accidente se instalaron en la curva de Angrois se podían haber puesto con anterioridad al siniestro. Estas medidas, argumenta, «son producto de la materialización del riesgo y una evaluación de riesgos a posteriori, basado en la práctica, sobre el terreno, por la muerte de 80 personas». «Una evaluación de riesgos antes de la puesta en marcha de la línea lo habría evitado», añade.

El abogado que defiende al único imputado cree que la investigación de la CIAF, uno de los informes en los que se basa el juez en su auto para cerrar la instrucción, se asumen buena parte de los argumentos que sustentan su defensa y se recogen nueve recomendaciones «que nada tienen que ver con la actuación del maquinista». «El instructor no puede coger de un informe lo que le interesa y descartar lo que no, y aún menos sin motivarlo».

Las víctimas piden que se siga investigando

El abogado de las víctimas, Manuel Alonso Ferrezuelo, incide en su recurso en que la instrucción se ha cerrado «en falso», denegando una serie de pruebas que son pertinentes para investigar el accidente, vulnerando así el derecho a la tutela judicial efectiva. También alerta de que denegar la totalidad de diligencias de prueba a buena parte de las representaciones procesales «debería hacer pensar al juez que algo falla en la instrucción». También recrimina al juez que se quede solo con el criterio de los peritos «designados por la Xunta de Galicia» -en referencia al ingeniero de Caminos y al industrial-, frente al de Telecomunicaciones, César Mariñas, «que fue designado por sorteo puro, cuya independencia, por tanto, está fuera de toda duda». Mariñas concluyó que con el ERTMS instalado en vía y en el tren el accidente no se habría producido. En este análisis coinciden con la defensa del maquinista.

Reclaman por tanto que continúe la investigación, practicando las pruebas solicitadas y explorando nuevas vías, como el eventual exceso de peso del tren o el posible delito de publicidad engañosa por parte del Estado cuando se inauguró la línea.