Galicia sale de las regiones pobres de la UE, pero sigue a la cola en progreso
GALICIA

Bruselas acredita el aumento de renta media que permitió a la comunidad dejar la convergencia, aunque penaliza su alto desempleo y escaso desarrollo en I+D
14 oct 2015 . Actualizado a las 21:45 h.La posición de Galicia respecto al resto de regiones de la Unión Europea ofrece dos caras. Aunque a primera vista pueden parecer contradictorias, constatan tanto el salto experimentado en los últimos años respecto a los territorios más pobres como lo mucho que todavía queda por hacer para aproximarse a los más avanzados. Las últimas estadísticas de la UE acreditan la posición de Galicia entre las regiones más desarrolladas de los 27 estados miembros, las que cuentan con una renta que supera el 90 % de la media. Este repunte estadístico, en el que la comunidad gallega también resultó favorecida por la incorporación a la UE de países del Este, le permitió abandonar el grupo de regiones objetivo de la convergencia en el actual marco presupuestario. Pero esa escalada no tiene correspondencia aún en un nivel de desarrollo que permita a Galicia acercarse a las que ofrecen mejores indicadores de progreso.
Las estadísticas presentadas ayer en Bruselas, en el marco de la Semana Europea de las Regiones y las Ciudades, demuestran en este sentido la oportunidad del nuevo criterio que le ha permitido a Galicia mantener un importante colchón de fondos comunitarios en este septenio (2014-2020) a pesar de figurar por su renta media entre las regiones más desarrolladas. En concreto, la comunidad gallega ingresará 2.771 millones en fondos estructurales en este período. Son 570 menos de los que obtuvo en el anterior marco presupuestario (2007-2013) como objetivo de la convergencia (menos del 75 % de la renta media europea), pero 2.400 más de los que le corresponderían si la UE no aplica el mecanismo de transición que reclamó la Xunta para que las comunidades que dejaban el furgón de las más pobres no vieran mermadas sus opciones de desarrollo con un cierre abrupto del grifo comunitario.
Porque, a la vista de las estadísticas comunitarias, Galicia tiene todavía un amplio margen de mejora para aproximarse siquiera a las más avanzadas. De entrada, en empleo. La comunidad gallega, como el resto de las españolas, paga ahí el peaje de una crisis que ha castigado con más crudeza a los países del sur. De acuerdo con los datos del Eurostat, solo el País Vasco, Madrid, Navarra, La Rioja y Cantabria tenían en el 2014 una tasa de paro inferior al 20 %, pero ninguna estaba en la horquilla del 8 al 12 %, que era la media de Francia. En Alemania y los países centroeuropeos, era inferior al 8 %.
Mayor eficiencia energética
La UE también llama la atención sobre el escaso nivel de empleo en Galicia en los sectores de alta tecnología y, en general, en recursos humanos relacionados en ese ámbito. Además, esta comunidad también arrastra parámetros bajos en cuanto a población con acceso a Internet. Sin embargo, está casi a la cabeza en kilómetros de autopista en proporción a su territorio. Tiene más que la mayoría de las regiones francesas. Por tanto, deficitaria en I+D y con una buena red viaria, en este caso, de pago.
La UE ha tomado nota de estas singularidades e impone una reorientación en la inversión de las políticas de cohesión con la que pretende corregir los desajustes con las regiones más desarrolladas. Por eso apuesta por un fuerte incremento de las partidas para eficiencia energética y para I+D, en detrimento de la tradicional prioridad al cemento, un ámbito que acaparó buena parte de los 25.000 millones que Galicia ha recibido hasta ahora en fondos de la UE.
Reconocimiento al proyecto conjunto de integración de la eurociudad Chaves-Verín
Hace tiempo que la frontera entre Galicia y el norte de Portugal solo persiste en los mapas. Con la entrada en la UE se borró la raia, pero también se liquidó uno de los resortes económicos de la zona transfronteriza, además del golpe al sector agroganadero. Uno de los mejores ejemplos está en las comarcas de Verín y Chaves, que en la década pasada sumaron fuerzas para crear una eurociudad. Este proyecto recibió ayer en Bruselas el premio RegioStars, con el que la Comisión Europea reconoce el poder de transformar las ciudades para afrontar los retos futuros.
La comisaria de Política Regional, Corina Cretu, lo ensalzó como un proyecto ejemplar de desarrollo urbano. El alcalde de Verín, el socialista Gerardo Seoane, defendió que se trata de un «modelo de integración e tamén un exemplo de superación de dificultades». Explicó que las dos comarcas aspiran a convertirlo en un nuevo motor de desarrollo.