Los presidentes de las diputaciones de A Coruña y Lugo apremian a clarificar las competencias

Serafín Lorenzo SANTIAGO

GALICIA

Valentín González avanza un presupuesto de 174 millones en la institución coruñesa  y Darío Campos cifra en 87,8 la de la lucense

05 nov 2015 . Actualizado a las 18:26 h.

La Diputación de A Coruña gestionará en el 2016 un presupuesto de 174,11 millones, que incluirán 24,2 millones para obras y servicios, y 39 millones para otros planes. Así lo ha avanzado esta mañana en el Parlamento el presidente de la entidad, el socialista Valentín González Formoso, que destacó la carga que representan las devoluciones pendientes por las liquidaciones negativas por la participación en los ingresos del Estado en los ejercicios 2008, 2009 y 2013. Aseguró que esa deuda sumará a final de año 38,43 millones, después de reintegrar 5,7 millones en este ejercicio. 

VÍTOR MEJUTO
El también alcalde de As Pontes reclamó en su intervención ante la comisión de economía que la Xunta incluya a las diputaciones en la distribución de ayudas del Fondo de Cooperación Local y abogó por la clarificación de competencias. González reprobó en este punto la indefinición creada por la errática reforma local.

La comparecencia dio lugar a un debate posterior marcado por un inusual clima de entendimiento. Tanto el BNG, que cogobierna la Diputación coruñesa con el PSOE, como AGE resaltaron su criterio favorable a la desaparición de las instituciones provinciales, un discurso sobre el que ironizó el PP. 

Los argumentos del presidente de la Diputación de A Coruña encontraron continuidad en la intervención posterior de su homólogo en la de Lugo, el también socialista Darío Campos, que anunció un presupuesto de 87,8 millones para el 2016. Explicó que, aunque son 1,6 menos de los presupuestados este año, la eliminación de la deuda permitirá disponer de 8,1 millones más para inversión real. Además de alentar la clarificación de las competencias impropias, Campos subrayó que las cuentas de la diputación tendrán como objetivos preferentes la creación de empleo de calidad, la política social y la puesta en marcha de un plan integral de turismo. En este caso, la comparecencia dio lugar a un cruce de reproches con el PP.