Aumenta la inserción laboral de los universitarios, pero bajan los sueldos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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El porcentaje de recién titulados que trabajan vuelve a niveles de antes de la crisis

12 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El 67 % de los titulados de las tres universidades gallegas en el año 2012 estaban trabajando dos años después. Son los últimos datos del informe que anualmente publica la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug), cuyo avance se presentó en Santiago. Es el segundo año de subida en la tasa de empleabilidad tras la crisis, y de hecho se alcanzan niveles de antes de la recesión económica. El estudio, que se realiza mediante encuestas telefónicas -en este caso al 58 % de los que se graduaron-, siempre se lleva a cabo dos años después de finalizar la carrera para que los resultados sean significativos, ya que si se hiciese inmediatamente después las cifras no serían representativas.

En el año 2009, justo en el inicio de la crisis, trabajaba el 66 % de los que habían finalizado dos años antes. A partir de ahí el porcentaje fue cayendo hasta que el año pasado ya se registró un aumento. Decir que más del 67 % de los jóvenes gallegos con una carrera trabaja, implica asumir que casi el 33 %, un tercio del total, no lo hace. El director de la Acsug, Eduardo López Pereira, destacó además otro dato que aunque ha descendido respecto a informes anteriores, sigue siendo preocupante. Y es que un 13,5 % de los universitarios, dos años después de finalizar su carrera, no estudiaba, ni preparaba oposiciones, ni trabajaba. «Ao mellor estaban facendo outras cousas, pero ningunha das que se lles preguntaba», explica López Pereira. El otro extremo lo conforman un 1,39 % de titulados que estudiaba, preparaba oposiciones y trabajaba al mismo tiempo.

Los universitarios han recuperado el nivel de empleo, pero no la calidad. Y tampoco es el mismo tipo de trabajo. Hace seis años el contrato mayoritario a los dos años de acabar la carrera era el indefinido (un 37,1 % de los que trabajaban). Ahora la mayoría son eventuales (un 35,23 %). Y se ha duplicado la tasa de universitarios que optan por el autoempleo, pasando de un 6,8 % a un 14 %. De los recién graduados en el año 2012, siete de cada diez desempeñaban funciones con nivel de universitario en su trabajo, y de ellos la mayoría relacionadas con su titulación específica.

En cuanto a la fórmula para encontrar el primer empleo, el sistema apenas ha cambiado. Los contactos personales, familiares o de amigos son la principal vía para hallar el primer trabajo. Así lo encontraron dos de cada diez universitarios. El segundo mecanismo es enviando el currículo, es decir, la candidatura espontánea. Los estudiantes no se conforman con el título de grado, y uno de cada cuatro seguía formándose dos años después. La mayoría con un máster, pero también es importante el porcentaje de jóvenes que realizaban otro grado o el doctorado.

Se triplican los de menos de 500

Una de las consecuencias de la crisis ha sido la profunda precarización del trabajo. También entre los universitarios. Trabajan, pero por mucho menos. Hace cinco años el salario medio de los titulados superiores era de 1.271 euros netos al mes. Un quinquenio después es de 1.037 euros. Se trata de una media, por lo que el dato más pesimista es el del 15,42 % de los egresados que no llegan a los 500 euros mensuales, casi el triple que hace cinco años. Además, por primera vez en el informe aparece un pequeño porcentaje de titulados (un 1,31 %), que directamente no tienen salario.

También hay más dificultades para encontrar el primer trabajo. Hace cinco años el 70 % de los jóvenes lo lograban en menos de tres meses tras acabar la carrera. Ahora en un trimestre solo lo consiguen el 25 % del total. Y los que tardaron más de un año pasan del 8 % al 45 %. De media, si los que remataron la carrera en el año 2007 emplearon una media de 4,70 meses en lograr su primer puesto de trabajo, los que finalizaron en el 2012 dedicaron 9,79 meses de promedio. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, indicó en la presentación del estudio que se confirma una tendencia positiva, ya que se recuperan niveles de inserción anteriores a la crisis. La Acsug realiza estos informes desde hace una década, lo que permite tener una radiografía veraz y testar la formación que ofertan las universidades gallegas «e estamos ante unha constatación de que a universidade é o mellor investimento para a inserción laboral dos mozos», apuntó Rodríguez.

Pocas prácticas y movilidad

Pese a que los programas de intercambio como el conocido Erasmus experimentaron un incremento hace años, actualmente no son muchos los alumnos que salen al extranjero mientras estudian su carrera. En el curso analizado lo hicieron dos de cada diez, un dato que hay que elevar para los responsables de la Acsug. De los que se fueron el 69 % realizaron un Erasmus, aunque cogen fuerza otros programas como el Sicue-Séneca.

También bajó considerablemente la posibilidad de hacer prácticas durante la formación. El mayor pico se alcanzó con los titulados del 2009, ya que el 78 % habían realizado prácticas en la carrera, una cifra que cayó al 48 % con los del 2012.

Las carreras de ciencias de la salud siguen siendo las que tienen un mayor éxito

En su momento ingenierías y arquitectura se rifaban con las carreras de ciencias de la salud el mayor grado de empleabilidad, pero la crisis del ladrillo ha decantado claramente la balanza hacia estas últimas. El avance del estudio sobre los egresados del año 2012 aún no incluye una clasificación por áreas de conocimiento, pero también se presentó el informe del año anterior, el 2011, cuyas encuestas se realizaron en diciembre del 2013 y reflejan que ciencias de la salud tiene los mejores resultados, con un 76 % de los titulados trabajando a los dos años. Solo un grupo de carreras no llegan al 50 % de empleabilidad, aquellas que engloban Biblioteconomía e Documentación; Belas Artes, Documentación, Filosofía, Historia, Historia da Arte, Humanidades y Xeografía.

Lo mismo ocurre con los salarios, ya que aunque la media era entre los titulados del 2012 de 1.037 euros netos y entre los del 2011 de 1.067,8, la diferencia es importante en función de la carrera elegida. Ingenieros y arquitectos tienen los mejores salarios, unos 1.260 euros, y entre las carreras de humanidades citadas anteriormente la media no llega a los 878 euros. Los hombres cobran más en todas las áreas menos en artes y humanidades y en las titulaciones relacionadas con Turismo, Publicidad, Periodismo, Gestión Pública o Comunicación Audiovisual.

La mayoría, repetiría

Los trabajos de la Acsug no solo analizan la inserción de los titulados sino su satisfacción con la carrera elegida. El 73 % de los universitarios logró entrar en la carrera que querían. Una vez finalizada, el 89 % volvería a estudiar una carrera, y de ellos un porcentaje importante haría el mismo título en la misma universidad (el 60 % del total de egresados).

A lo largo de la carrera el 54 % de los universitarios gallegos tuvieron alguna beca, más de la mitad durante al menos tres cursos académicos. En la inmensa mayoría se trata de una ayuda de una institución pública española, aunque casi un 6 % lo logró de una entidad privada o de instituciones extranjeras.

La presidenta de la Axencia para a Calidade, la entidad que también se encarga de acreditar todas las titulaciones universitarias, Patrocinio Morrondo, concluía apuntando que estos datos -que a las universidades se les facilitan carrera por carrera- constituyen un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas.