Lores ve «razoable» que la caída del BNG se salde con dimisiones en la cúpula
GALICIA
El alcalde de Pontevedra sostiene que los nacionalistas necesitan «un revulsivo»
21 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Es el cargo electo de mayor relevancia en el BNG y, aunque lleva varios años fuera de la vida orgánica de la formación a nivel autonómico, Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra desde 1999, sigue siendo una voz respetada en el ámbito del nacionalismo. Por ello había cierta expectación sobre su valoración acerca de los últimos acontecimientos vividos en el seno del Bloque que alcanzaron su culminación con el anuncio de dimisión del portavoz nacional, Xavier Vence. Lores aseguró «respetar» lo que él considera una «decisión persoal» de Vence, pero inmediatamente subrayó que le parece «razoable que os responsables das últimas decisións que se tomaron no BNG poñan os seus cargos á disposición da organización e que se nomee unha nova dirección» en la asamblea del 28 de febrero.
Lores, que cerró simbólicamente la lista por Pontevedra de Nós Candidatura Galega (la marca con la que concurrió el BNG a las elecciones generales) y que se implicó en dicha campaña «para que Galicia non quedara sen voz en Madrid», señaló el miércoles que en la formación nacionalista se tomaron decisiones equivocadas no solo de cara al 20D, sino desde mucho antes. «Creo que nos últimos anos houbo moitos erros que nos levaron ata onde estamos hoxe», indicó, al tiempo que subrayó que le parece «evidente» que a la vista de los últimos resultados electorales el BNG «precisa un revulsivo, darlle unha volta aos prantexamentos de cara ao futuro».
«O problema -continuó Fernández Lores- non é discutir se imos en marea ou non, senón avanzar sen dar bandazos». En este sentido, la fórmula que propone el alcalde nacionalista de Pontevedra es «buscar unha saída absolutamente consensuada no seno da organización e, dalgunha maneira, empezar de novo cunha liña máis clara».
Lores defendió que el BNG sigue siendo «unha ferramenta imprescindible» para Galicia, ya que tiene un «largo historial de defensa a ultranza dos intereses do país», una trayectoria «que sería unha pena que se perda».
«Cerimonias de confusión»
Preguntado sobre si el BNG ha de confluir con otros movimientos como En Marea, Lores declinó dar una respuesta porque aseguró no querer participar «en cerimonias de confusión». Pero reiteró una de las frases que repitió durante la última campaña electoral, «nunca chegará de fóra nin remedio nin esperanza», en el sentido de que el futuro de Galicia «non pode estar supeditado a intereses alleos. Temos que ter confianza neste país e na capacidade que temos de saír adiante por nós mesmos».
La reflexión de Fernández Lores y sus críticas a algunas de las decisiones adoptadas desde la cúpula del Bloque llegan poco después de que quien ha sido su mano derecha desde hace cerca de veinte años, el actual vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, César Mosquera, afirmara en un desayuno con periodistas que «o BNG leva tempo xogando á petanca cando o partido é de rugby», al referirse a la estrategia electoral de los nacionalistas a nivel gallego.
Mosquera expresaba cierto malestar de los nacionalistas pontevedreses con la dirección nacional del Bloque. Existen pocas dudas de que manifestaba un sentir compartido por Lores cuando afirmaba que existen «diferenzas bastante elevadas» entre el BNG de Pontevedra y «o que é o BNG a nivel nacional». Esas diferencias se vieron reflejadas en las municipales de mayo, cuando en plena debacle nacionalista Fernández Lores obtuvo su mejor resultado en las urnas, quedándose al borde de la mayoría absoluta y logrando formar por primera vez desde 1999 un gobierno en solitario sin pactos ni necesidad de acuerdos con otras fuerzas políticas.