El avión alcanzado por un rayo en Vigo ya voló a Zúrich y Milán tras la revisión del fuselaje

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

¿Por qué los aviones son «inmunes» a los rayos?
La Voz

En los dos últimos años, 54 aeronaves comerciales vivieron incidentes leves por descargas eléctricas

28 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El rayo que impactó en la noche del viernes contra el avión en el que viajaba a Vigo desde Madrid la ministra de Fomento, Ana Pastor, operó ayer con plena normalidad, evidenciando que el rastro de la descarga eléctrica y los daños que generó en el aparato fueron poco trascendentes. Fuentes aeroportuarias de Peinador indicaron que las tareas de comprobación y subsanación de incidencias se centraron en una zona poco accesible del avión -bautizado como Sierra de las Nieves- lo que unido a la verificación de plena operatividad de la quincena de antenas con las que está equipado el Airbus A320-214 alcanzado por el rayo demoraron su vuelta a Madrid 3 horas y 35 minutos. Ese tiempo es considerado por pilotos consultados como mínimo para hacer una revisión completa y poder comprobar el estado del fuselaje donde impactó la descargar y su recorrido posterior, celeridad que estiman certifica la escasa incidencia del impacto en el aparato de Iberia matrícula EC-JFN, que justo esta semana cumplió once años en servicio.

El avión además de volver a Madrid en la misma noche del viernes, ya operó ayer con toda normalidad desde las 8.50 horas, momento en el que partió hacia Zúrich, regresando posteriormente a Barajas, para partir de nuevo del aeropuerto de la capital del Estado hacia Milán y volver otra vez al final de la tarde, con lo que completó 5.327 kilómetros desde su incidente en las inmediaciones de Peinador.

Interior, aislado

La configuración de los aviones y su estructura metálica hace que la electricidad absorbida con el impacto de los rayos discurra por el exterior sin afectar a su interior. Generalmente la corriente avanza hasta la cola del avión, donde se encuentran los descargadores de electricidad estática. Según los pilotos consultados, abolladuras de diferente dimensión, que generalmente dejan la chapa rugosa y la fundición de los remaches que fijan el fuselaje, suele ser, junto a la sobrecarga de alguna antena, los efectos más comunes que generan los rayos al impactar con los aviones en vuelo, percibidos por el pasaje como fogonazos de luz.

En los dos últimos años el registro de incidentes aéreos da cuenta de 54 aviones que vieron alterado su funcionamiento tras recibir el impacto de un rayo. La mayoría sufrieron solo demoras en su vuelta al servicio exclusivamente para comprobar que el aparato se encontraba en estado de uso con plena garantía. Ninguno de dichos incidentes generaron accidentes. Además del de Vigo, este año un avión en China, otro en Rusia y un tercero en Phoenix sufrieron daños por descargas eléctricas.