Tamara Falcó habla sobre los miguelianos: «Solo acudí un día, nada más. Es un horror»
GALICIA
Afirma que fue a unas jornadas espirituales porque la convenció un cura que es tío de una amiga
29 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La hija de Isabel Presley y Carlos Falcó, Tamara, ha hablado por primera vez de su asistencia a una reunión de la secta de los Miguelianos, que tiene su sede en Oia y varias casas en Madrid. Su dirigente y varios colaboradores son investigados por el juzgado de instrucción número 1 de Tui por supuestos abusos a sus adeptos. Esta es la primera vez que la famosa del papel couché acepta hablar sobre su relación con la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel.
Tamara Falcó negó, en declaraciones a Vanitatis, que hubiese dormido en las instalaciones de la congregación religiosa ni que hubiese pasado un retiro espiritual de un fin de semana. Solo admite que «acudí un día, nada más», a unas jornadas espirituales a instancias del tío de una amiga, que es sacerdote.
La joven asegura que tanto la persona que la invitó a ir como ella misma están «consternados» por el procesamiento del líder Miguel Rosendo da Silva y de los escándalos sexuales y financieros que atribuyen a la cúpula.
«Todo lo que ha pasado le ha pillado tanto de sorpresa como a mí», asegura Falcó. Añade que todo lo ocurrido le parece un «horror» e insiste en que «nunca he pertenecido a esa orden».
La famosa, de grandes convicciones católicas, se queja de que su nombre ha salido vinculado en las noticias de la secta de los Miguelianos, con la que ella no tiene nada que ver. La orden llegó a captar a más de 400 seguidores y, tras la apertura del sumario, ha salido a la luz pública que el número de devotos que denunciaron abusos sexuales es mayor del que se creía. Muchas de las personas captadas eran muchachas de fuertes convicciones pero que caían en las redes del líder quien, presuntamente, tenía especial preferencia por las hermanas de su orden.
Otras captaciones
Por diversos programas del corazón, se ha sabido que las monjas de las sectas intentaron captar a otras famosas. Las religiosas se ofrecían a reconfortar a algunas candidatas y las invitaban a participar en retiros espirituales. Nadie sospechó que aquellas consagradas perteneciesen a una orden que cometía abusos sexuales con sus fieles, además de controlar sus propiedades o sus cuentas bancarias.
El sumario ha destapado cómo funcionaba la secta, en la que nada escapaba a los manejos de su directivo. La causa que se sigue en el caso de la supuesta secta de Oia suma ya más de doce personas investigadas. La causa se sigue por los presuntos delitos de asociación ilícita, contra la Hacienda Pública y abuso sexual, en este caso solo con respecto considerado líder.