El Gaiás pasará 450 días entre enormes estructuras metálicas que lo afean ante sus escasos visitantes
06 abr 2016 . Actualizado a las 15:44 h.El Gaiás, cuya construcción y equipamiento costaron a los gallegos el triple de lo prometido (300 millones de euros), ya no es solo un monumento al despilfarro. Lo es también al andamio. Ante sus escasos visitantes (apenas 1.300 de media cada día, según las últimas cuentas oficiales), el complejo presenta una imagen lamentable, como de obra inacabada, en permanente revisión.
Dos de sus cuatro edificios, el Museo Centro Gaiás y el Centro de Innovación Cultural, los tapan parcialmente enormes estructuras metálicas. Y un tercero, la Biblioteca e Arquivo de Galicia, se encuentra rodeado por vallas en su cara accesible. Llevan casi 200 días en esas condiciones y, redondeando, todavía pasarán otros 250 en circunstancias similares, de acuerdo con estimaciones de los gestores del recinto.
Son las consecuencias de las deficiencias cometidas en la instalación de las losas que revisten las fachadas de los tres inmuebles. Hasta finales del 2016, 70.000 de un total de 85.000 piezas de cuarcita serán revisadas individualmente, tras el riesgo de desprendimiento apreciado en 62 de ellas por los técnicos durante el pasado verano. Miles de planchas ya están siendo retiradas y vueltas a fijar con mayor garantía de sujeción que la original.
La chapuza, detectada solamente tres años después de haber abierto al público el último de los edificios de la Ciudad de la Cultura, no costará un céntimo al erario. Porque esas labores de reparación las están pagando las constructoras encargadas de materializar el proyecto de Peter Eisenman: FCC y una unión temporal de sociedades integrada por Copasa y Necso (Acciona), así como una alianza de San José con Dragados (ACS).
Quienes trabajan el Gaiás (400 personas) y los pocos que se deciden a dejarse caer por allí no solo conviven con esas obras. Lo hacen con dos más: una para dotar al espacio de un parque infantil valorado en 144.000 euros y otra, presupuestada en 275.000, para convertir en jardín con laguna el hueco de excavación de uno de los dos inmuebles cuya ejecución la Xunta ha cancelado.