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El Sergas deja de pedir la prueba de la toxoplasmosis a las embarazadas

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

No disponible

Algunas áreas sanitarias todavía la realizan, pero el ministerio ya no la recomienda

08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace unos meses, en el área sanitaria de A Coruña las gestantes se encuentran con que en los análisis periódicos a los que se someten no se incluye la prueba de la toxoplasmosis, una enfermedad muy conocida entre las embarazadas, ya que si no son inmunes a ella no pueden tomar carnes poco hechas, embutidos, deben extremar el lavado de frutas y verduras, y evitar además el contacto con gatos.

Pero aunque otras áreas sanitarias siguen pidiendo esta analítica, como la de Ourense o la de Santiago, el Ministerio de Sanidad ya no la recomienda desde el año 2014. Tampoco lo hace la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), ni la mayoría de las sociedades científicas. Y en este caso el motivo de no pedirla no es el económico.

El responsable del servicio de ginecología del CHUO, José Luis Doval, asegura que hay comunidades que ya no la realizan e insiste en que se trata de una prueba que, «xera máis angustia que beneficios se da un positivo». La prevalencia de esta enfermedad es muy baja y además en caso de detectarse en el embarazo no hay un tratamiento efectivo cien por cien. «Ademais, os resultados non son brancos ou negros, polo que xera máis ansiedade na muller no embarazo», apunta.

La confirmación de que hay una infección fetal no implica que haya afectación en el feto, y esta no puede diagnosticarse hasta pasadas las 22 semanas de gestación, por lo que los especialistas son partidarios de no hacerla teniendo en cuenta la baja incidencia.

Tampoco en el entorno

Manuel Macía, jefe del servicio de ginecología del CHUS, comparte este argumento. La mayoría de los países del entorno recomiendan en sus protocolos que no debe hacerse de forma sistemática, y solo en Francia se realiza porque en ese país sí hay una prevalencia considerable de la enfermedad.

El problema que ocurre en Galicia es el desconcierto de las mujeres embarazadas que ven como en algunos centros de salud se pide y en otros no, e incluso en la misma área sanitaria unos profesionales alertan sobre los alimentos que no deben consumirse, pero después no realizan la prueba para confirmar si la gestante es inmune a la toxoplasmosis o no.

Desde alergias y antecedentes hasta vacunas para la tosferina y la gripe

Las guías de control de embarazo incluyen numerosas pruebas a lo largo de los nueve meses de gestación. El Sergas recoge nueve visitas de control ordinarias, que comienzan antes de las diez semanas y finalizan entre la 40 y la 41 si el parto no se adelanta. Ya en la primera consulta son precisos numerosos datos clínicos y de antecedentes de la mujer, como problemas buco dentales, transfusiones previas, cirugías, alergias, medicamentos, enfermedades hereditarias, alcohol o tabaco. En las distintas visitas se controla el peso, la presión arterial, el azúcar -hay mujeres que tienen diabetes solo en el embarazo-, las hormonas tiroideas o los sedimentos de orina. También se recomiendan varias vacunas, como la de la tosferina y la de la gripe si coincide en época del virus.