Lo que quiso ser la reforma y no fue

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS CREO

Entre el anuncio de la Lomce en el 2012 y lo que se va a aplicar hay la distancia puesta por las protestas masivas

28 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay que estar muy atento para saber cómo ha ido evolucionando la Lomce desde que la presentó José Ignacio Wert en septiembre del 2012 hasta ahora. Reválidas externas que influyen en el progreso del alumno, cinco modalidades de bachillerato, ránkings de colegios, una alternativa a la selectividad común para toda España y pruebas de acceso individualizadas por universidad o facultad han desaparecido en este tiempo a consecuencia del rechazo frontal que las medidas despertaron en toda la comunidad educativa, desde los rectores de las universidades hasta los padres de primaria, pasando por profesores, sindicatos, estudiantes y hasta pedagogos y teóricos de la educación.

El capítulo de las reválidas -cuatro, dos en primaria, una al acabar la ESO y otra al terminar el bachillerato- ha sido sin duda de los más importantes, y en una encuesta realizada por Sondaxe hace un año, 4 de cada 10 gallegos desconocía los pormenores de estas polémicas pruebas. El de ahora es un repaso de cómo se prevén los exámenes a día de hoy, lo que no quiere decir, visto lo ocurrido, que no haya más cambios en el futuro.

Filosofía

Lo que iba a ser. Las cuatro reválidas iban a ser externas y servirían para garantizar que el alumnado alcanzase unos niveles adecuados y similares de aprendizaje en todo el país.

Servirían para «orientar a los alumnos en sus decisiones escolares de acuerdo con los conocimientos y competencias que realmente posean», una frase especialmente dura que aparece en el preámbulo de la ley.

El ránking se aborda a través del término transparencia, que permite evaluar «la mejora del aprendizaje del alumno, las medidas de gestión en los centros y las políticas de las Administraciones». Es más, perseguirán «informar sobre el valor añadido de los centros en relación con las circunstancias socioeconómicas de su entorno y la evolución de estos».

Lo que es. Las reválidas de tercero y sexto se organizan por parte del gobierno autonómico y en el caso de Galicia, las vigilan los docentes del mismo centro -no de la misma clase- y las corrigen también maestros del sistema.

Los padres solo reciben un escueto resultado sobre dónde está su hijo, si se encuentra en la zona baja, media o alta en competencias lingüísticas y competencias matemáticas. No suelen incorporar ningún comentario adicional. El ránking está permitido pero en Galicia ya se dijo que no habría ninguno y el Estado lo prohibió expresamente para Ceuta y Melilla (donde tiene las competencias de Educación).

Valor académico

Lo que iba a ser. Las de primaria nunca han tenido valor académico, o sí, según se mire. Por ejemplo, de la de tercero, la ley decía: «De resultar desfavorable esta evaluación, el equipo docente deberá adoptar las medias ordinarias y extraordinarias más adecuadas». También serviría de base la de sexto para que padres y tutores tomasen la decisión conjunta que más interesase al desarrollo del niño.

En el caso de las reválidas de secundaria y bachillerato sí se pensaron obligatorias para obtener el título y pasar de etapa.

Lo que es. La de tercero no cuenta en absoluto y la de sexto sí en tanto los profesores del centro donde vaya a estudiar el alumno -en el caso de la enseñanza pública los estudiantes pasan del colegio al instituto- recibirán también los resultados. Pero la nota por sí sola no puede determinar si el alumno repite o no.

En el caso de ESO y bachillerato son obligatorias para obtener el título. En la ESO vale el 30 % de la nota final de etapa y en bachillerato será el 40 % de la nota (como hoy lo es la selectividad).

Diseño de preguntas

Lo que iba a ser. El Estado se encargaría del diseño de las pruebas, aunque con más participación de las comunidades en primaria. El objeto era unificar los mínimos conocimientos adquiridos por los alumnos en todo el país.

Lo que es. Ahora mismo solo está previsto que el ministerio diseñe la prueba de final de la ESO, ya que las de primaria y la de bachillerato son de nivel autonómico.

Las reválidas

Tercero de Primaria. Hecha por la comunidad autónoma, no tiene valor académico y Galicia no prevé hacer un ránking de centros.

Sexto de Primaria. Organizada por la comunidad, la nota no cuenta aunque la verá el centro donde el alumno curse ESO.

ESO. Se supone que la diseñará el ministerio y será igual en todas partes. Hay que aprobarla para tener el título de secundaria y el resultado valdrá el 30 % de la calificación final (el otro 70 % serán las notas normales de los cursos de la ESO).

Bachillerato. La diseña cada comunidad y será igual que la actual selectividad. La única diferencia es que hay que aprobarla para tener el título de bachiller. La nota vale el 40 % del expediente final.