
Es la única universidad gallega y de las pocas de España que no tiene una norma que permita a los alumnos aprobar por compensación la última materia
06 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Caso práctico: un estudiante se presenta por cuarta vez al examen de Derecho Romano. Suspende con un cuatro, como en las anteriores ocasiones. Es la única asignatura que le queda para graduarse. Y la media del resto de su expediente es de notable. En las universidades de Vigo y A Coruña, podría pedir una evaluación por compensación, un mecanismo que permite graduarse a alumnos cuyo trabajo y aprendizaje haya sido bueno, pero al que se le haya atragantado una asignatura. Un tribunal examina la trayectoria de los estudiantes y decide si aprobar esa última asignatura. En el caso de la USC, el alumno tendría que presentarse una y otra vez, acudir a mecanismos como el apoyo tutorial extraordinario y, en el peor de los casos, agotar todas las convocatorias y no graduarse.
Por esto, los alumnos pusieron sobre la mesa del último Consello de Goberno de la USC la necesidad de contar con una norma de evaluación por compensación. El equipo rectoral ve «interesante» la propuesta y por ello han pedido a los decanos un informe sobre su posición, que con posterioridad será evaluado jurídicamente y que volverá al consello para tomar una decisión sobre si incluir o no esa normativa por compensación.
«Non é aprobar gratis», explica Adrián Dios, uno de los estudiantes que reclama que se ponga en marcha una normativa por compensación. «Ademais é un dereito recoñecido no Estatuto dos Estudantes», añade. Precisamente, la Universidade quiere atar bien todos los cabos para evitar esas situaciones de «aprobar gratis» la última asignatura de la carrera.
Una de las normas más restrictivas, y a la que se refieren tanto alumnos como USC, es la que rige desde hace años en la Universidade da Coruña, que establece como requisitos para solicitar la evaluación por compensación haber cursado más de la mitad de los créditos en la UDC, que solo reste una asignatura para graduarse, a la que tienen que haberse presentado en al menos dos ocasiones, y que no hayan pasado más de tres cursos académicos desde el último suspenso. Además, la nota media del expediente del estudiante tiene que ser «igual ou superior ao 80% da nota media da súa titulación na última promoción con dereito a docencia».
Vigo, por su parte, cuenta con una instrucción en la que establece que deben restar para graduarse un máximo de dos materias que no sumen 12 créditos y debe haber agotado tres oportunidades de evaluación con calificaciones no inferiores a 1 o de no presentado.
Más de 50 universidades españolas ya evalúan por compensación
Con distintas restricciones, más de medio centenar de universidades públicas y privadas de España ya cuentan con normativas que contemplan la evaluación compensatoria o la evaluación curricular. La Universidad Complutense de Madrid establece que solo puede restar una asignatura de menos de 12 créditos a la que el alumno se haya presentado en cuatro ocasiones al menos, y que en alguna ocasión haya obtenido al menos una calificación de tres. En el caso de la Universidad Autónoma de Barcelona, la compensatoria se puede solicitar cuando se agoten todas las matrículas ordinarias de una asignatura o cuando solo quede una para titularse.