
En los 40, los estudiantes accedían a la universidad tras una reválida y un examen de ingreso, un sistema parecido al que proponía la Lomce, que recupera la prueba final de bachillerato
05 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.No va más. Los 11.191 alumnos que el miércoles se enfrentan a la selectividad son los últimos que harán ese examen. Se cierra una etapa de cuarenta años de pruebas de acceso a la universidad, primero desde COU y después tras el bachillerato, que primero se calificaba sobre diez puntos y desde el 2010 sobre 14. Esta será la última selectividad de la historia, un examen que aprueban 9 de cada diez alumnos. Y el 79 % de los que se matriculen lo harán en su primera opción de grado.
Aunque parece que la selectividad está ahí desde siempre, lo cierto es que tras la Guerra Civil lo que existía era una reválida. Le llamaban Examen de Estado y estaba compuesto por una prueba escrita y otra oral. Las pruebas se celebraban en las universidades y los miembros del tribunal eran profesores universitarios. Una vez aprobado el Examen de Estado, las facultades realizaban un examen de ingreso.
Este sistema estuvo vigente hasta la década de los 50. La Ley de la Enseñanza Media de 1953 implantaba el Curso Preuniversitario y la Prueba de Madurez, que será el sistema de acceso a la universidad hasta la década de los 70. Las pruebas de madurez estaban compuestas por dos grupos de ejercicios comunes y otro específico. El primer grupo estaba formado por religión, idioma moderno y formación del espíritu nacional. El segundo grupo englobaba filosofía, ciencias naturales, literatura española e historia del arte. El grupo específico para los alumnos de letras estaba formado por latín y griego y para los de ciencias por matemáticas y física-química.
Llega la selectividad
La Ley General de Educación de 1970 implanta el Curso de Orientación Universitaria (COU) con carácter experimental en el curso 1970-1971 y con carácter general al año siguiente. Entre 1972 y 1975 no hubo una prueba específica de acceso a la universidad en España, según explica Fernando Muñoz en su investigación El sistema de acceso a la universidad en España 1940-1990. La prueba se recuperó con la aprobación de la ley reguladora de las pruebas de aptitud para el acceso a la universidad. Nacía la actual selectividad, porque las pruebas tenían como objeto «seleccionar a los más capacitados» -estableciendo el precedente de los numerus clausus-. Tres años después, un decreto pondría las bases del distrito compartido universitario al establecer que el derecho a cursar estudios universitarios debe concordar con la capacidad de los centros en un sistema «coordinado y solidario».
Las primeras Pruebas de Aptitud para el Acceso a la Universidad (PAAU) se componían de dos ejercicios: el primero consistía en la redacción sobre un tema expuesto en conferencia y un comentario de texto y el segundo de las pruebas de lengua, matemáticas y otras dos materias elegidas a sorteo. La nota mínima era un cuatro.
En 1987, las pruebas vuelven a cambiar. Quedan estructuradas en dos partes: una común con análisis de texto, una prueba de lengua extranjera, un texto de lengua y un texto filosófico. Además, hay que examinarse de dos optativas y dos obligatorias. El apto era un cuatro. A inicios de los 90 se aprueba la Logse. Se remodelaba el sistema educativo hasta los 18 años. El BUP y el COU desaparecerían para dejar paso al bachillerato, poniendo las bases de la actual selectividad, que volvió a sufrir un lavado de cara en el 2010. La nota pasó a calcularse sobre 14 puntos. Diez correspondían a la fase general y los otros cuatro a la conocida como fase específica, donde se pueden realizar hasta cuatro ejercicios, aunque tan solo se tienen en cuenta las notas de dos materias.
En el 2017 volverá la reválida, que servirá también como prueba de acceso la universidad, aunque la Lomce, al principio, dejaba que las facultades estableciesen pruebas propias. Parecido a los 40. De la reválida... a la reválida.